Alrededor de un 15% de todas las rentas mínimas (tanto las prestaciones que pagan las comunidades autónomas como el Ingreso Mínimo Vital -IMV- del Gobierno) que se pagan en España se concentran en Cataluña. 70.500 hogares se benefician de estas ayudas, fundamentalmente de las que paga la propia CCAA, pero también del IMV que concede la Seguridad Social desde 2020.
Con datos de octubre de 2023, en España hay 514.000 hogares que reciben una prestación mínima, de las cuales 155.000 son rentas mínimas regionales, 315.000 son IMV, y 44.000 son una combinación de ambas (pues se pueden compatibilizar en determinados casos). Son datos recopilados y difundidos por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
De esas familias, 107.000 se concentran en Andalucía (un 21% del total). Antes de que la Seguridad Social impulsara el IMV en la región se pagaban alrededor de 15.000 rentas mínimas, pero esa cifra se ha disparado por la importante incidencia que ha tenido en el IMV del Gobierno (que incluso ha hecho que hayan bajado a poco más de 3.000 los beneficiarios de rentas mínimas, con un trasvase hacia el IMV).
En segunda posición está ya Cataluña, con 70.500 prestaciones mínimas a finales de 2023. Sin embargo, el caso de esta CCAA es el opuesto: pese al surgimiento del IMV a nivel estatal, los beneficiarios de la renta básica que paga la CCAA se han mantenido estables y significativamente (en torno a 40.000 hogares) por encima de aquellos que se benefician sólo de la prestación de la Seguridad Social (19.000).
En tercer lugar, la región con más beneficiarios de una renta mínima es País Vasco, con 66.000 hogares. Como en el caso de Cataluña, la mayoría son rentas autonómicas, no estatales. Y como en la región catalana, resulta paradójico que una de las comunidades autónomas más ricas de España sea, precisamente, la que más rentas mínimas para prevenir la pobreza y la exclusión social reparte.
Contrasta con la realidad de la Comunidad de Madrid, otra de las regiones más ricas pero que reparte menos prestaciones mínimas (35.000 en total, de las que el 96% son ya IMV). El Ministerio de Seguridad Social destacó este miércoles, tras la publicación de la opinión de la AIReF, que "en Madrid, el número de beneficiarios de la renta mínima ha descendido un 95%", con un "ahorro" para el Gobierno regional y una inversión de 376 millones del Gobierno central.
Cataluña y el País Vasco pagan rentas más altas
Se da la situación de que si bien el IMV es una iniciativa estatal y tiene una cuantía estándar para todas las CCAA (entre 604 euros si es una sola persona y 1.329 euros al mes para hogares de cinco personas o más), las rentas mínimas que pagan los gobiernos regionales son heterogéneas entre sí. Y las de Cataluña y el País Vasco son de las más elevadas.
La renta mínima andaluza ha ido subiendo hasta igualar al IMV. Sin embargo, en Cataluña las rentas mínimas parten de los 756 euros y pueden alcanzar los 1.376 euros en función de los integrantes que tenga el núcleo familiar. En el País Vasco, van de los 841 euros a los 1.653 euros, esta última cuantía en los casos de hogares de cuatro adultos y un menor.
Por esa razón, la renta mínima y el ingreso mínimo vital se pueden compatibilizar, pero con el máximo de la más alta. En el caso de Cataluña, la renta mínima es superior al IMV, por lo que será la que marque el techo de ingresos a percibir. Dicho de otra manera, el beneficiario de las dos ayudas al final cobrará lo mismo que el que sólo recibe la renta mínima de la CCAA, la única diferencia es el pagador.
El Ayuntamiento de Barcelona lo explica poniendo el ejemplo de una persona que vive sola y tiene derecho tanto al IMV como a la renta mínima. "Una vez le sean concedidas ambas ayudas, percibirá la totalidad del importe del ingreso mínimo vital (604,21 euros) más un complemento de 151,61 euros de la renta mínima. De esta forma, se aseguran los ingresos mínimos de la renta garantizada de ciudadanía (755,8 euros mensuales)".
Esta puede ser una de las razones por las cuales Cataluña es una de las CCAA donde se mantiene un número significativo de beneficiarios de rentas mínimas desde la aplicación del IMV y una tasa más alta de personas que podrían pedir el IMV y no lo piden. Porque, en definitiva, les resulta más beneficiosa la renta mínima que financia la comunidad autónoma que el IMV.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, pactó con Pedro Sánchez a finales del año pasado el traspaso a Cataluña de la gestión del IMV para aumentar el número de beneficiarios de esta última y, en todo caso, complementar con la regional. Actualmente es obligatorio pedir primero la prestación estatal. Si cumple requisitos y la consigue, puede complementarla con la regional. En caso negativo, puede optar a la regional íntegramente.