El sector del cereal está atravesando, en sintonía con el resto del sector primario, una fuerte crisis. De hecho, es uno de los subsectores más afectados. Tanto es así que solo a lo largo de 2023 la producción nacional de este alimento, fundamental tanto para la alimentación como para la economía española, se redujo un 34,8% respecto al año anterior.
Así se desprende de los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recogidos en el Anuario 2024 de la Agricultura y Ganadería Familiar en España, realizado por la Fundación de Estudios Rurales y el sindicato Unión de Pequeños Agricultores (UPA), en colaboración con el propio MAPA.
Unida a esta "preocupante" reducción de la producción se encuentra el hecho de que los precios medios de los cereales bajaron otro 26,2%. Ambos datos han provocado que el valor generado por este subsector (en los que está incluido el arroz) se redujera un 51,9%, hasta los 3.066,4 millones de euros (valores corrientes, a precios básicos).
Para ejemplificar: sólo la producción de cereales de siembras de otoño-invierno, que son el trigo, la cebada, el centeno, el triticale y la avena, rondó los 8,7 millones de toneladas, frente a los 14,4 millones del año anterior, que ya había sido una cosecha corta. Por otro lado, por tipos de grano, la producción de trigo duro se redujo un 35%; la de trigo blando lo hizo un 37,5%; la de cebada de dos carreras casi un 60%; la de cebada de seis carreras un 42%; la de avena un 45%; la de centeno un 33,7% y la de triticale un 42%.
No sólo los cereales de invierno han sufrido una drástica reducción de la producción. También las producciones de cereales de siembras de primavera, que son principalmente el maíz y el sorgo, tuvieron un balance desigual. En el caso del maíz, disminuyó la producción un 19% y en el del sorgo, aumentó un 102%, aunque su volumen siguió siendo muy pequeño.
Los motivos de esta reducción son principalmente dos. Por un lado, que la superficie total dedicada a este tipo de cultivos se redujo un 6% y la sequía.
Caída de la producción en el sector agrario
A nivel general, toda la producción vegetal ha experimentado una fuerte caída de la producción, motivada por las malas condiciones económicas, burocráticas y climáticas que 'ahogan' al campo. La producción vegetal experimentó una disminución en volúmenes producidos del 12,2%, en línea con lo que ocurrió el año anterior. Sin embargo, este 2023 el descenso de producción fue compensado por una subida de precios de un 11,3%.
De todas las subcategorías, sin duda la caída de producción más significativa se produjo precisamente en los cereales, a excepción del aceite de oliva, que se ha reducido un 58,6%, porque "se tiene en cuenta la producción de la campaña 2022-2023". Los subsectores más afectados fueron el del vino (21,1%), el de las hortalizas (3,3%) y otro tipo de producciones (22%).
Pese a todo, hubo algunos alimentos que quedaron libres de la caída y fueron capaces de aumentar, ligeramente, la producción. Estos fueron las frutas (4,6%), patata (5%) y cultivos industriales (0,7%).
La producción de cereales en Europa
En España, la producción de cereales está en caída libre. Pero no ocurre lo mismo en el resto de Europa. En la Unión Europea la producción total de cereales aumentó hasta los 272,1 millones de toneladas, 3 millones más que el año anterior, según datos de la Comisión Europea.
Por último, cabe destacar que pese a la gran importancia del cereal en la economía española, España no es el mayor productor nacional a nivel europeo. Como viene siendo habitual, el mayor productor fue Francia, con 64,8 millones de toneladas producidas. Le sigue, con bastante diferencia, Alemania con 42,5 millones de toneladas y Polonia con 35,8 millones de toneladas.