La moneda virtual de ChatGPT (ERC) se ha visto también beneficiada por el bumerán de la salida y vuelta de Altman a ChatGPT. Su valor antes de que la junta directiva despidiese al fundador del bot conversacional era de 0,004 USD.
Tras su regreso ascendió hasta los 0,009 USD, lo que supone un incremento, en tan solo un día, del 125%. Es cierto que ahora se ha vuelto a estabilizar en los 0,005 USD, pero quienes realizaron operaciones de compraventa durante el culebrón de Altman han podido ver más que doblada la inversión.
Ha sido una maniobra de marketing de manual. Una empresa de moda, un directivo de éxito y su fichaje por un gigante como Microsoft. Cuando la junta directiva de ChatGPT decidió despedir a Sam Altman, fundador de ChatGPT (OpenAI), la corporación fundada por Bill Gate se lanzó a ficharle. Prácticamente a renglón seguido de su salida se anunciaba su contratación.
Medios de todo el mundo -basta con hacer un barrido en Google- se hicieron eco de la noticia. ChatGPT es la tendencia más potente de los últimos meses en lo que empresas se refiere. No hay mejor publicidad que una noticia, pero hay que analizar el contexto.
Microsoft posee casi la mitad de OpenAI
Microsoft posee un 49% de las acciones de OpenAI, la corporación que ha desarrollado, bajo la batuta de Altman, el bot de moda en el ámbito de la Inteligencia Artificial generativa -creación de contenido original a partir de datos existentes-. ChatGPT ofrece una versión gratuita para el común de los mortales y otra de pago para empresas.
Ni que decir tiene que el usuario de a pie fue quien comenzó a utilizarlo, a expandir su uso. El boca a boca hizo el resto hasta que las empresas se dieron cuenta de que es una herramienta muy interesante para determinados ámbitos de su operativa de negocio. Llegados a un punto, no se podía potenciar más la plataforma en términos de marketing. Pero, forzado o no, lo cierto es que había un as en la manga.
Resulta imposible pensar que Microsoft no estaba al tanto de que la junta directiva de ChatGPT con casi la mitad de su capital. No parece, a tenor de las informaciones publicadas, que pelease demasiado porque Altman mantuviese su puesto al frente de OpenAI. El directivo fue despedido y se produjo un aluvión informativo inédito en el mundo tecnológico, quizá solo a la altura de las tácticas de Elon Musk, que a golpe de tuit ha conseguido disparar o hundir, por poner solo un ejemplo, el precio de varias criptomonedas.
Fueron cinco días de especulaciones sobre los motivos de su marcha, aderezados por una plantilla, la de ChatGPT, formada por 700 empleados, que amenazó en un porcentaje de casi el 100% -vía carta firmada- con marcharse a Microsoft si no se resolvía la vuelta de Altman. Consecuencia: más cobertura mediática.
Con un 49% de las acciones de OpenAi es indudable el poder de presión de un gigante como lo es Microsoft, que además anunció la intención de lanzar un proyecto de Inteligencia Artificial generativa liderado por Sam Altman. Es decir, Microsoft se iba a hacer la competencia a sí misma, dado el volumen de acciones en OpenAI.
Finalmente OpenAI anunció un cambio en la junta directiva y se acordó el regreso de Sam Altman. Más leña para la chimenea mediática. Más cobertura. Y todo ha sucedido en solo cinco días.
La importancia de la IA en el muindo del software
La IA es está llamada a cambiar todas las industrias, también la del software, y Microsoft lo sabe. Es algo que refrendan desde Develhope, plataforma de cursos de programación. "Es una realidad que la Inteligencia Artificial está siendo la gran catalizadora de la demanda de profesionales TI. Por ejemplo, en el terreno del desarrollo del software, los empleados en este ámbito están apoyándose en la IA para crear aplicaciones más inteligentes y con un mayor índice de automatización. Su labor será clave para implementar funcionalidades que impliquen la IA como la integración de chatbots", asegura Giuseppe Montana, responsable de la corporación en España.
Y es que la industria tecnológica se enfrenta a grandes desafíos para encontrar talento cualificado en España, como revela el estudio de ManpowerGroup sobre el 'Desajuste de Talento en 2023'. El 84% de las compañías encuentran obstáculos para incorporar los perfiles que necesitan.
"Desde Develhope, estamos convencidos de que los perfiles más demandados de cara al próximo año serán los desarrolladores de software; analistas de datos; especialistas en ciberseguridad; especialistas en marketing digital y diseñadores UX/UI", concluye Montana.