La Comisión Nacional del Mercado de Valores propone llevar a PwC al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente del Ministerio de Economía, "para que evalúe, en su caso, si ha incumplido algunas de las normas técnicas y profesionales de aplicación por si se derivan responsabilidades respecto a su actuación en la revisión de las cuentas".
La propuesta la efectúa el regulador del mercado español en un informe de finales del pasado mes de mayo al que ha accedido este diario, y en el que, como publicó ayer martes en exclusiva Vozpópuli, se aconseja sancionar al expresidente de Popular, Ángel Ron, y a otros siete ejecutivos por posible falseamiento de cuentas.
PwC ha sido recientemente sancionada por el ICAC por la auditoría que realizó de las cuentas de 2012 de Banco Popular, pero en esta ocasión la CNMV pone en duda la efectividad de los trabajos de auditoría realizados por PwC sobre las cuentas de 2016, cuando la entidad financiera llevó a cabo una ampliación de capital de 2.500 millones de euros, una operación que investiga la Audiencia Nacional y en la que la firma auditora está imputada.
PwC será la firma que audite las cuentas de la fusión de Santander y Popular
En dicho informe, la CNMV considera que existen indicios relevantes de que Banco Popular presentó en 2016 unas cuentas que no reflejaban el estado real de las mismas. Entre otras razones, expone el organismo presidido por Sebastián Albella, existe una "discrepancia significativa" entre las cifras de patrimonio comunicadas por el banco en los informes financieros anuales de 2016 y el del primer trimestre de 2017, entre otros datos.
La división de la CNMV que ha elaborado parte del informe mencionado, plantea que la "opción más adecuada" para establecer si es necesario incorporar más ajustes de los efectuados a las cuentas de 2016 de Popular, sería la "realización de una revisión adicional por una firma de auditoría de determinados elementos, cuentas o partidas específicas (…)". La CNMV no precisa en su informe quién debería efectuar ese trabajo, ni si PwC podría volver a realizarlo.
Auditor de Santander
La consideración al respecto de la CNMV del trabajo de PwC sobre las cuentas presentadas en 2016 por Banco Popular supone un varapalo para la firma de auditoría, que ya figura como imputada en la investigación que la Audiencia Nacional está llevando a cabo sobre la ampliación de capital del banco de ese mismo año, y que aspira a seguir auditando en el futuro las cuentas que Santander presente una vez culmine la fusión con Popular.
La auditoría de las cuentas de Santander es la joya de la corona para cualquiera de las grandes consultoras que trabajan para una compañía española. Los ingresos aproximados para la firma que audita las cuentas del banco presidido por Ana Botín superan los 100 millones de euros anuales. PwC fue designada por Santander como auditor de sus cuentas en 2015 para los tres ejercicios posteriores –sustituyó a Deloitte-, y previsiblemente el próximo año será renovada en el cargo.
La CNMV considera que una nueva auditoría de corto alcance sobre las cuentas de Popular no sería apropiada
La CNMV considera en su informe que "parece conveniente" que se realice una "revisión adicional por parte de una auditor de cuentas sobre los criterios seguidos por la entidad" a la hora de contabilizar varias partidas, como las pérdidas asociadas al negocio inmobiliario; la valoración que se hizo de la cartera inmobiliaria que fue vendida a Blackstone; o sobre los criterios seguidos por Popular en el primer semestre de 2017 para concluir que no era probable que parte de créditos por bases imponibles negativas debieran ser reconocidos en el balance de situación.
Auditoría completa, la mejor opción
"La realización de una revisión adicional por una firma de auditoría de determinados elementos, cuentas o partidas específicas de las cuentas anuales consolidadas del Banco Popular, correspondientes al ejercicio anual 2016", concluye la CNMV, "sería la opción más adecuada para poder establecer de manera clara si es necesario incorporar ajustes adicionales a los descritos anteriormente, para que dichas cuentas anuales reflejen la imagen fiel del Grupo". En este caso, precisa el organismo, "el auditor no opinaría sobre la imagen fiel sino sobre la conformidad de estas partidas con la normativa contable aplicable".
La CNMV añade que si esa primera opción no fuera posible por no preverse en la norma internacional de auditoría adoptada en España, o porque no es la práctica más habitual, una alternativa "sería realizar una auditoría del balance de situación o estado de situación financiera".
El regulador del mercado otorga tal importancia a la necesidad de realizar nuevos trabajos de auditoría sobre las cuentas de 2016 de Popular que advierte que ha analizado otras propuestas, como "un trabajo de procedimiento acordado", en el que una firma de auditoría se limitaría a realizar tareas encomendadas, sin aportar conclusiones o evaluaciones. Pero, subraya la CNMV, esta opción, dada la necesidad de emplear un alto nivel de juicio profesional, "no sería la apropiada".
A la CNMV no se le escapa que una auditoría completa de las cuentas de 2016 de Popular sería la opción "que permitiría establecer de manera más clara si es necesario incorporar ajustes adicionales a los descritos anteriormente para que dichas cuentas anuales reflejen la imagen fiel del Grupo". Pero, esta opción, indica el regulador, "sería significativamente más gravosa, dado que el coste y el tiempo necesarios para realizar la auditoría serían significativamente superior a los requeridos bajo las opciones recomendadas".