Si está pensando en comprar una casa y tiene el dinero suficiente, hágalo. Porque el precio de la vivienda va a seguir subiendo, como mínimo, hasta 2020. Según un informe de JLL las casas se van a encarecer un promedio de un 3,8% anual. Esto es un 11,4% en tres años.
El pasado año, la compraventa de vivienda se disparó un 16,3% con respecto al año anterior, terminando así con la mayor alza interanual registrada desde el año 2014. El número total de transacciones de compraventa de vivienda, tanto nueva como de segunda mano, se situó en 532.367 operaciones, siendo el último trimestre del año el más activo. Y este año se ha posicionado como el mejor desde que estalló la burbuja.
Esto se produce porque los fundamentales económicos son positivos. La actividad económica de España ha avanzado a buen ritmo en 2017, el PIB ha crecido un 3,1%, 60 puntos básicos por encima del crecimiento de la Unión Europea (2,5%).
Con la creación de casi medio millón de puestos de trabajo, España ha sido en 2017 uno de los países más dinámicos de la Eurozona
Este ritmo de expansión de la economía ha impulsado la creación neta de empleo, con lo que la tasa de paro en el cuarto trimestre de 2017 se situó en el 16,55%, el dato más bajo de los últimos ocho años.
Con la creación de casi medio millón de puestos de trabajo, España fue en 2017 uno de los países más
dinámicos de la Eurozona en cuanto a creación de empleo. Los salarios se encuentran en una senda de incipiente recuperación desde 2013, tras una caída del 0,8% en 2012.
Por otro lado, también se está reactivando la financiación, aunque aún estamos lejos de los 1,2 millones hipotecas firmadas en 2007. El pasado año las hipotecas firmadas no supusieron ni el tercio de las que rubricaban en la época del boom.
El incremento de las nuevas operaciones es compatible con el desapalancamiento de los saldos hipotecarios, y va acompañado por una mejora en las condiciones de financiación, según el mismo informe
Cabe destacar que el plazo medio de las nuevas hipotecas también aumento en 2017 al igual que la relación préstamo/valor. Ambos indicadores siguen todavía lejos de valores máximos que se alcanzaron años anteriores. Así, el tiempo medio de una hipoteca en España supone 23,3 años, lejos de los más de 28 que suponía en 2008.
Esfuerzo de las familias
El esfuerzo que realizan las familias para pagar sus hipotecas ha experimentado un ajuste significativo desde 2012. La tasa de esfuerzo hipotecario (cociente entre la cuota hipotecaria sin deducciones y la renta bruta del hogar) se situó en 34,1% en 2017, frente al más del 50% en 2006 y 2007.
Esto se produce por los bajos tipos de interés y porque el Euribor a 12 meses, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas españolas, cumple dos años en negativo en tasa mensual.
El índice cerró el mes de abril de 2018 en el -0,190%, ahondando en sus mínimos históricos, y todas las previsiones parecen indicar que continuará en negativo gran parte del año. La previsión para todo el 2018
es que se mantenga en niveles actuales y comience a sufrir ligeros repuntes a medida que nos vayamos acercando a final de año, dependiendo como vaya administrando las políticas expansivas el Banco Central Europeo.