Solo el 25% de los consumidores españoles consideran que el Gobierno ha manejado bien la crisis de la covid-19. Un porcentaje que está en línea con el de otros países como Reino Unido o Francia, pero que se encuentra lejos de Suiza (63%), Alemania e Italia, cuyos consumidores consideran que la gestión si ha sido adecuada.
Es una de las conclusiones que se desprende del informe The Shape of Retail: Consumers and the New Normal, realizado por la consultora Alvarez & Marsal en colaboración con Retail Economics, que trata de analizar los cambios producidos en los hábitos de consumo a raíz de la crisis de la covid-19. En esta línea la opinión de los consumidores acerca de la respuesta de los gobiernos frente a la pandemia se considera fundamental para determinar el comportamiento futuro del consumo.
Según el estudio, el 70% de los consumidores españoles cree que el riesgo de contraer el virus es alto o muy alto, porcentaje solo superado por Francia. "Esto se traduce en que cerca de tres cuartas partes de los consumidores españoles y franceses planean hacer cambios permanentes en sus hábitos de compra", explican desde la consultora.
Pero, ¿cuáles son estos cambios? Según los autores del estudio, estas modificaciones se verán especialmente reflejadas en aquellos individuos que en su día se mostraron más "reticentes" a utilizar herramientas de compras y servicios banca online. "Estos consumidores se han visto obligados a modificar sus hábitos de compra de artículos de primera necesidad y no muestran intención de revertir este cambio", apuntan los autores del estudio; es decir, que han probado por primera vez el canal online y seguramente sigan utilizándolo. A esto se une que, como señala el informe, en España hay una gran oportunidad porque el nivel de uso de las compras online es históricamente bajo en comparación con países como Alemania y Reino Unido.
Crecimiento 'online' en consumidores pesimistas
Tal y como recogen los datos publicados por Alvarez & Marsal, la llegada del nuevo grupo de compradores online, junto con los early adopters, arroja unas estimaciones para 2020 de 1.500 millones de euros adicionales en las ventas minoristas por internet en España, a pesar de que los consumidores reducirán el gasto en todas las compras no alimenticias.
En este sentido, explican los autores, los consumidores españoles son -junto con los italianos- los más pesimistas respecto al futuro de su situación económica y la seguridad de su empleo. Por eso, se prevé una caída importante de su gasto en ropa, artículos del hogar, electrodomésticos y muebles.
No obstante, en España el 55% de los consumidores han adquirido algún producto online que antes sólo compraban en tiendas físicas debido al virus. "Esto supera la media europea de 44%, reflejando la elevada preocupación por el impacto del virus y la escasa adopción previa de hábitos de compra por internet en comparación con otros países europeos", explican.
"En los próximos meses, los vendedores minoristas deberán enfocar su negocio hacia este nuevo grupo de consumidores online cada vez más valioso", dicen los autores del informe, que reseñan: "Tendrán éxito aquellos modelos de negocio que aprovechen estos cambios en el comportamiento de los consumidores para reemplazar otras carencias en el mercado, reconviertan sus tiendas para satisfacer las nuevas expectativas de los clientes y cambien radicalmente sus modelos operativos".
En esta línea, el reto también se encuentra en volver a atraer a los consumidores a la tienda física. Así, los vendedores que no puedan ofrecer seguridad se arriesgan a perder la confianza de sus clientes "en un momento en el que ganarla es más importante que nunca". Trabajando junto al canal online, "amortizar" los elevados costes de alquiler de las tiendas físicas será esencial para crear "modelos de negocio sostenibles", concluyen.