El británico ContourGlobal estudia comprar Torresol Energy, el negocio conjunto de Masdar y Sener que explota tres plantas termosolares en España, una en Sevilla y dos en Cádiz, según fuentes consultadas por Vozpópuli. Las tres suman una potencia conjunta de 120 megawatios y, según las mismas fuentes, la valoración de los activos asciende a alrededor de 400 millones de euros. El proceso de venta está coordinado por Banco Santander. ContourGlobal ha declinado hacer comentarios.
Torresol fue constituida en 2008 como una sociedad conjunta entre la española Sener y el fondo soberano Masdar, que pertenece a Abu Dabi. La primera controla el 60% de la compañía y su socio saudí el 40% restante. La puesta de largo de la compañía supuso una inversión de aproximadamente 940 millones de euros.
Si el interés de ContourGlobal cristaliza, el operador británico engordaría su 'portfolio' en España, donde ya tiene varios activos renovables. Según detalla en su página web, actualmente cuenta con cinco plantas solares con una capacidad conjunta de 250 MW (50 MW cada una). Están localizadas en Alvarado, Majadas, Orellana (Extremadura) y Palma del Río (Andalucía) y fueron adquiridas a Acciona hace dos años por algo más de 1.000 millones de euros.
Por último, cuenta con una planta de ciclo combinado en Arrubal (La Rioja) con una potencia de 800 MW. Esta planta fue adquirida a Naturgy (antigua Gas Natural) en 2011 por 313 millones de euros.
Arbitraje contra España
El proceso de venta de las torres de Sener y Masdar, que arrancó formalmente hace unas semanas, se produce al tiempo que sus actuales dueños se encuentran inmersos en un arbitraje contra el Reino de España por el recorte a las primas de las renovables.
Los dueños saudíes de las torres lograron que el Ciadi, la corte arbitral del Banco Mundial, condenase a España a indemnizarles con 64,7 millones. Para ejecutar el laudo arbitral, Sener y Masdar acudieron a los tribunales de Estados Unidos y de forma paralela España solicitó al Ciadi la anulación del laudo. No obstante, como desveló recientemente este diario, España ya ha dejado claro que va a pelear con uñas y dientes para evitar abonar la indemnización.