Economía

De la estafa piramidal a la violencia machista: los delitos detrás de la criptomoneda

Desde la estafa piramidal a la violencia machista, pasando por la pornografía infantil, el secuestro, el narcotráfico o el blanqueo de capitales, ninguna escapa el mundo de las criptomonedas

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Las criptomonedas han venido para quedarse y los delincuentes lo saben. Bien como objeto del delito, bien como medio para perpetrarlo, los malos han acomodado sus prácticas al boom de esta moneda virtual, que está teniendo cada vez un mayor protagonismo en las operaciones policiales.

Desde la estafa piramidal a la violencia machista, pasando por la pornografía infantil, el secuestro, el narcotráfico o el blanqueo de capitales, en prácticamente todas las tipologías delictivas aparecen las criptomonedas, cuyo uso se ha "democratizado", como recuerda en una entrevista con EFE el comandante Alberto Redondo, jefe del Grupo de Ciberinteligencia Criminal de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil.

Redondo quiere dejar una cosa clara: "No hay que criminalizar las criptomonedas. Es un medio que ha llegado para quedarse, pero como pasa con otras cosas, hay personas que pueden hacer un uso malo de ellas".

La falta de regulación en los inicios de estas monedas virtuales ha favorecido ese uso delincuencial, pero ya se han dado pasos para regularlas, como la obligación de los llamados "exchanges" de avisar de las transacciones sospechosas.

En cualquier caso, y según los datos que manejan los expertos, de todas la criptomonedas que se mueven en España, se calcula que solo un 0,26 por ciento (con datos de 2022) están vinculadas con el ciberdelito.

La criptomoneda como objeto de la actividad criminal

La Guardia Civil ya cuenta con una amplia experiencia en la lucha contra los delitos que tienen como objetivo las criptomonedas. Entre estos, tal y como explica Redondo, figura lo que en el mundo real sería el atraco a un banco y en el virtual el hackeo de los "exchanges", donde se llevan a cabo los intercambios o transacciones de las monedas digitales.

"Se está dando mucho", dice el comandante, que pone como ejemplo el hackeo a una empresa llamada KuCoin, de la que robaron 280 millones de dólares en criptomonedas, o el más reciente a Binance con casi 600 millones de euros sustraídos.

Ya en España, la Guardia Civil cerró en febrero de 2022 la investigación del robo de 6 millones de euros en criptomonedas a miles de inversores. Fue el primer caso de este tipo en España y acabó con cinco detenidos que habían hackeado en verano de 2020 un "exchange" después de que un empleado descargara una película pirata y se le colara un virus informático. Los malos lo aprovecharon, conocieron todos los entresijos de la empresa y transfirieron las criptomonedas a monederos bajo su control.

Estafas con falsas inversiones

Pero lo que les "quita el sueño" a los investigadores son las estafas con falsas inversiones de monedas virtuales. Las hay de dos tipos, precisa Redondo. Unas de ellas son las piramidales, que funcionan como "las de toda la vida": la víctima da dinero a los malos para que las inviertan en criptomonedas, pero estas no existen. Las otras, las que más preocupan, son las que utilizan la "ingeniería social" para captar a las víctimas y estafarlas.

Bien a través de "banner", correos spam, influencers e, incluso, por el boca a boca o llamadas telefónicas aleatorias, la víctima "pica" convencida de que invirtiendo en criptomonedas va a forrarse. Los delincuentes comienzan pidiendo a la víctima una pequeña cantidad (entre 250 y 400 euros) en criptomonedas, pero si no tienen, los malos se encargan de comprarlo por ella. Para ello, le piden que se descargue un programa y "toman el control remoto" del ordenador de la víctima.

De este modo, crean una cuenta a la víctima en un "exchange" y compran con su tarjeta de crédito las criptomonedas, pero las mandan a sus cuentas. Redondo avisa de otro problema añadido: los malos acceden de esta forma al ordenador de la víctima y, por tanto, a toda la información personal que contenga (fotos de DNI, por ejemplo).

Una vez creada la cuenta, los ciberestafadores facilitan a las víctimas unas páginas web "muy bien hechas" donde pueden ver cómo crecen sus beneficios. El inversor pide que le reviertan algo y empieza a cobrar. Y le cuenta a sus conocidos el "chollo" que ha encontrado. Muchos se apuntan. Desde "call center" los "comerciales" van informando a la víctima del "pelotazo" que puede suponer una nueva inversión. Otra vez "pica". Pero cuando desea recuperar las ganancias, todo son excusas.

No acaba ahí. Incluso, cuando ya las víctimas estafadas denuncian, la propia red delictiva se pone en contacto con ellas simulando ser un bufete de abogados para ofrecerles una demanda conjunta. Redondo recalca que más que las cantidades estafadas, que pueden ser de 100.000 ó 200.000 euros, lo peor es que para muchas víctimas supone el fin de todos sus ahorros.

Estafas que ha destapado la Guardia Civil junto con otras policías del mundo en la llamada operación Refox, con 17.000 víctimas españolas estafadas por un red internacional que podría haber obtenido 2.400 millones de euros de beneficios.

Otras modalidades de estafa son la que a través de un contrato inteligente atrae a inversores para la creación de una nueva moneda virtual, pero "al final todo es humo", o la que por medio de "troyanos" entran en la aplicación del móvil para robar las claves del monedero.

Las criptomonedas como medio para delinquir

Dice el comandante que actualmente en la dark web o internet oscura "todo se paga" con criptomonedas, como la compra o la creación de un malware, la adquisición de pornografía infantil, los paquetes de cuentas de paypal o de plataformas televisivas robadas….

Incluso, la Guardia Civil llegó a intervenir en la resolución del secuestro en Costa Rica de un empresario estadounidense, para cuya liberación pidieron a su familia casi un millón de dólares en bitcóin. Las autoridades costarricenses pidieron a los agentes españoles que les ayudaran, dada su experiencia. Se siguió la "trazabilidad" del pago en bitcoin y se localizó y detuvo a los que estaban detrás de secuestro, entre ellos tres personas arrestadas en Zaragoza.
El instituto armado también ha sido testigo de la relación de las monedas virtuales con la violencia machista, como el caso de un hombre que pagó con criptomonedas a un sicario para que matara a su mujer.

Por supuesto, el narcotráfico no es ajeno a estas monedas ni el blanqueo de sus beneficios. Y es que transportar dos millones de euros en maletines es más arriesgado que llevar 100 millones en criptomonedas en un simple pendrive.

Sagrario Ortega (EFE).

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