La demanda de electricidad en España acumula un descenso del 2,5% en lo que va de año si se compara con el mismo periodo de 2018. Los datos de Red Eléctrica también ilustran una caída incluso más acusada en la generación de energía eléctrica, del 3,7%, que ha sido compensada por unas importaciones que van camino de marcar un año récord, debido a la significativa diferencia de precios con el mercado francés. Son los síntomas de desaceleración económica que llegan desde el ámbito energético, que además no son exclusivos de lo que va de año.
En los últimos doce meses, la evolución de la demanda de electricidad también marca una tendencia negativa, con un descenso del 1,8%. En términos interanuales, la generación ha experimentado un recorte de algo más del 3%. Una evolución, especialmente intensa en hidráulica y carbón, que se ha reflejado en los resultados trimestrales de las grandes compañías del sector.
La demanda acumulada de electricidad registrada en el sistema supera los 92.800 gigawatios/hora en lo que va de año, casi 3.000 menos que en el ejercicio pasado. Tras dejar atrás los años más complicados de la crisis, con cifras que no superaban los 90.000 GW/h a estas alturas de ejercicio, la demanda se estabilizó en el entorno de los 92.000. El significativo repunte del pasado año, con previsiones para el crecimiento de la economía sensiblemente más optimistas que las actuales, se está quedando en un mero espejismo.
Las cifras son capaces de ofrecer ya un diagnóstico fiable sobre la evolución del mercado, que apunta a un año con un claro descenso de la demanda
Una de las magnitudes que más ha llamado la atención del negocio de las grandes del sector en el inicio de 2019 ha sido la caída en la producción de electricidad, un factor que ha estado estrechamente relacionado con el pronunciado descenso de la generación hidráulica, como consecuencia de la escasez de lluvias.
Reflejo en las cuentas empresariales
Así, los resultados de Endesa en el primer trimestre reflejaron un recorte del 8% en la producción global, que se fue hasta el 28% en lo referido a la hidroeléctrica, y al 23% en lo que atañe a las plantas de carbón. Descensos parcialmente compensados con el incremento en la nuclear pero sobre todo de los ciclos combinados, a los que está teniendo que recurrir el sistema para garantizar el suministro.
En Iberdrola, las cifras globales de producción cayeron algo más de un 6% entre enero y marzo de 2019 en relación con el mismo periodo del año preferente. La proporción negativa alcanzó el 23% en el área hidroeléctrica.
Con casi cinco meses completos transcurridos desde el inicio del año y determinados factores y ajustes del calendario ya completados, las cifras son capaces de ofrecer ya un diagnóstico fiable sobre la evolución del mercado, que apunta a un año con un claro descenso de la demanda de electricidad.
Rebaja de previsiones
El actual Gobierno ha rebajado las previsiones de crecimiento de la economía española para 2019 que heredó del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que se situaban en el 2,4%. Una décima a finales del pasado año y otra a comienzos de éste, que dejan la estimación en el 2,2% y que vienen a confirmar con números una desaceleración económica que en Moncloa aún no han expresado con palabras.
Por su parte, el FMI también procedió hace algunas semanas a rebajar sus estimaciones de crecimiento en 2019 para la economía española, que situó en el 2,1%, una décima por debajo de los pronósticos del Ejecutivo y del Banco de España.