El frenazo del empleo ha llegado a la economía española antes de lo que se esperaba. La creación de puestos de trabajo apenas aumenta: el número de ocupados ha crecido solo un 0,05% en el tercer trimestre, según los datos desestacionalizados divulgados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se analizan el número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo -que evitan que se desvirtúen los datos de ocupados por el número de contratos a tiempo parcial- muestran que el crecimiento ha sido del 0,07%, el más bajo desde el año 2013. El empleo empeora en todos los sectores, aunque la evolución es más preocupante en unos sectores que en otros.
En la agricultura, desde que empezó el año, se destruye cada trimestre más empleo: -0,12% en el primero, -0,76% en el segundo y -0,95% en el tercero. Lo mismo ocurre en la construcción, un sector que estaba creando empleo (con incrementos de hasta 3,7% en el último trimestre de 2018 y del 1,4% en el primero de 2019) y que ahora está destruyendo puestos de trabajo: el número de empleos cayó un -1,9% entre abril y junio y un -0,98% entre julio y septiembre.
La industria se ha recuperado de las caídas de empleo que experimentó en 2018 y ahora genera puestos de trabajo. En el tercer trimestre el empleo ha crecido un 1,13%. En los servicios, el empleo se ha frenado y se encuentra a punto de destruir puestos de trabajo: ha crecido sólo un 0,05% en el tercer trimestre, su peor dato desde el tercer trimestre de 2013.
Dentro de este sector, en algunas ramas ya se destruye empleo, como Comercio, transporte y hostelería (-0,20%), información y comunicaciones (-0,89%), actividades inmobiliarias (-1,42%), y actividades artísticas, recreativas y otros servicios (-0,29%).
Se mantiene en actividades financieras y de seguros (0,17%), actividades profesionales, científicas y técnicas (0,85%), y Administración pública, educación y sanidad (0,24%).
Reforma laboral: reforzarla o derogarla
La situación es crítica ya que los datos se muestran al filo de volver a caer o recuperarse, por eso las elecciones generales del próximo 10 de noviembre se celebran en una fecha muy oportuna.
En materia de empleo, los partidos centran sus propuestas en torno a la posibilidad de mantener o no la legislación laboral actual, que se cambió por última vez en el año 2012 con la reforma del Partido Popular (PP).
Este partido, que ha apartado a los antiguos miembros del gobierno de Mariano Rajoy entre los que se encuentra la artífice de la reforma laboral (Fátima Báñez), alaba ahora su gestión y la defienden "a ultranza". De hecho, presumen de que esta reforma es uno de los "baluartes" del PP y prometen "seguir reforzándola", aunque no detallan con qué medidas.
Aseguran, además, de que es esta reforma laboral la que ha permitido que se cree empleo con un crecimiento económico del 2%, algo que nunca antes había ocurrido.
Ciudadanos y Vox no se manifiestan públicamente en torno a la posibilidad de derogar o no esta reforma, mientras que el PSOE y Unidas Podemos dan prioridad a la necesidad de combatir la desigualdad social que a mantener la flexibilidad que ofrece el marco laboral actual.
PSOE y Podemos prometen cambios
Unidas Podemos, en línea con la reivindicación continua de los sindicatos, promete que derogará la reforma laboral en su totalidad, mientras que el PSOE se muestra más conservador y sólo promete derogar "los aspectos más lesivos" y siempre "contando con el apoyo y el acuerdo de los agentes sociales".
Esta última condición implica que el PSOE no hará cambios si no cuenta con el beneplácito de sindicatos pero también de la patronal, más reacia a cualquier modificación en la ley que reste flexibilidad a las empresas.
Puede que esta haya sido la razón por la que Pedro Sánchez no ha cumplido esta promesa durante los ocho meses que ha estado en la Moncloa en plenas funciones.