El último consejo de administración de Madrid Calle 30, la sociedad encargada de la gestión y el mantenimiento de la M-30, tuvo que afrontar la licitación de un nuevo contrato de suministro de energía eléctrica para la infraestructura de la circunvalación con carácter de urgencia. Un procedimiento acelerado motivado por la cercanía del vencimiento del actual contrato, adjudicado a Naturgy y, sobre todo, la imposibilidad de ejercer la opción de prorrogarlo durante otro ejercicio, como contemplaban los pliegos. A raíz de la subida de los precios de la electricidad, Naturgy planteó a Madrid Calle 30 un cambio en las condiciones del contrato que la sociedad no aceptó, según ha podido saber Vozpópuli de fuentes del sector.
La empresa participada al 80% por el Ayuntamiento de Madrid es una de las afectadas por la estrategia que han desarrollado las comercializadoras de energía con el fin de minimizar el efecto de la subida de los precios mayoristas de la electricidad en la rentabilidad de los contratos. Así, las compañías energéticas plantean una revisión de las condiciones del acuerdo, que incluye una revisión al alza del precio pactado originalmente ante las nuevas condiciones del mercado.
En su caso, Madrid Calle 30 no aceptó las nuevas condiciones, con lo que el contrato queda vencido en la fecha de finalización, sin posibilidad de prórroga. Una circunstancia que ha pillado un tanto por sorpresa a la sociedad encargada del mantenimiento de la infraestructura, que de esta forma ha justificado el recurso a un procedimiento acelerado, que redundará en un mayor coste para las arcas municipales, toda vez que los contratos actuales vencen entre enero y abril.
Naturgy, por entonces aún bajo la denominación de Gas Natural, se adjudicó a finales de 2017 el contrato para los suministros de energía eléctrica en alta y en baja tensión de Madrid Calle 30 para 2018, con la posibilidad de prorrogarlo un año más, por un montante de 3,5 millones de euros. Tras el desacuerdo entre las partes, esta posibilidad ha quedado sin efecto.
Cambios en los contratos
Fuentes de Naturgy han optado por no hacer comentarios al respecto de la información. Habitualmente, las empresas comercializadoras se reservan la opción de plantear un cambio en las condiciones de los contratos en función de las circunstancias del mercado. En 2018, los precios de la energía han prolongado la senda alcista que marcaron el año anterior y han cerrado con la segunda media más alta de las últimas dos décadas.
De esta forma, las eléctricas se encuentran con que cuando tienen que acudir al mercado para suministrar energía a sus clientes tienen que pagar un precio notablemente superior al que percibe por ella en virtud del contrato firmado en su momento.
Una circunstancia que también se ha dado a la inversa en el pasado, cuando los precios mayoristas de la electricidad se han desplomado. En esos casos han sido los clientes los que han ejercido su derecho a desligarse de los contratos al comprobar que estaban pagando un precio muy superior al que encontraban directamente en el mercado.
Criterio medioambiental
Madrid Calle 30 ha aprovechado la circunstancia para incluir en la nueva licitación el criterio medioambiental que introdujo el Ayuntamiento de Madrid en el contrato para el suministro de sus instalaciones y edificios dependientes. Así, las comercializadoras que aspiren a hacerse con el nuevo contrato deben garantizar que el 100% de la energía que proporcionan tiene origen en plantas renovables.
El montante de la nueva licitación asciende a cerca de seis millones de euros, incluidos los impuestos, para un contrato con una duración de un año y con la posibilidad de prorrogarlo otro más.