Volotea, la aerolínea española de bajo precio dirigida por Carlos Muñoz -fundador de Vueling- tiene previsto prescindir de los aviones Boeing 717 con los que opera y reemplazarlos por Airbus 319.
El cambio entre Boeing y Airbus se produce después de que Volotea culminara a mediados del pasado año un cambio accionarial que supuso la salida de su capital de la multinacional estadounidense. La compañía, cuya flota en la actualidad está comprendida por 17 aeronaves del fabricante estadounidense, y 13 del grupo europeo, tiene previsto que en el año 2022 todos sus aviones pertenezcan a la familia Airbus.
En un reciente documento de incorporación de pagarés, Volotea indica que dada "la escasez de aeronaves de la familia Boeing 717 disponibles en el mercado", y la mejora "en márgenes alcanzados con las aeronaves Airbus 319", ha suscrito contratos de arrendamiento para aumentar su flota en tres aeronaves adicionales de la familia Airbus A319, hasta que dentro de cuatro años no opere ya ningún avión del fabricante estadounidense.
El Instituto de Crédito Oficial (ICO) es accionista de Volotea, con el 8,36% del capital
La empresa tiene todas sus aeronaves arrendadas con fechas de terminación de uno a ocho años vista. Volotea afirma que el cambio entre Boeing y Airbus "le permitirá incrementar el tamaño medio de sus
aeronaves, a la vez que mantiene su estrategia de mantener un tamaño medio inferior al de las aeronaves de los competidores", logrando una ventaja competitiva en los aeropuertos más pequeños de aquellas
ciudades medianas y pequeñas en las que está presente.
La aerolínea española considera que el cambio de un fabricante a otro, posibilitará "una mejora de la eficiencia operativa de la flota paralela a la reducción del CASK [costes divididos por asientos disponibles y kilómetros volados].
Además sostiene que el incremento del tamaño de las aeronaves desde el avión Boeing 717 a la aeronave Airbus A319 "permitirá capitalizar las oportunidades de ingresos sin explotar dentro de su red de rutas actuales y futuras, manteniendo la ventaja de tamaño competitivo de la que goza sobre otras aerolíneas de bajo coste que operan en toda Europa". Por último, añade, la transición al Airbus A-319 le facilitará "arrendar aviones adicionales para lograr sus planes de crecimiento".
Cambio accionarial
Los antiguos principales accionistas de Volotea llegaron a un acuerdo con fondos de inversión extranjeros a mediados del pasado año para vender sus participaciones.
En 2017 Volotea transportó a cerca de cinco millones de pasajeros
El cambio accionarial supuso la salida del capital de Volotea de los fondos CCMP y Corpfin, y también de The Boeing Company, explica la compañía. Y la entrada de los fondos estadounidenses Elysium y HRS Management, y de los españoles, Meridia Capital, Rijn Capital y Rocinante.
Carlos Muñoz y los principales directivos incrementaron su participación; Axis Participaciones Empresariales, gestora de capital riesgo controlada al 100% por el ICO, se mantiene en el accionariado, con un 8,36%.
Volotea, que inició sus operaciones el 5 de abril de 2012, operó 44.489 vuelos en 2017 (un crecimiento interanual del 19%) y transportó a cerca de 5 millones de pasajeros.
El 80% de los ingresos de Volotea proceden de sus operaciones en Italia y Francia
La compañía incurrió en sus primeros ejercicios en fuertes pérdidas (31 millones en 2012), pero en 2015 y 2016 alcanzó un ebit (beneficio antes de intereses e impuestos) positivo. En 2017 la aerolínea logró un beneficio de 8,3 millones de euros.
Volotea habría logrado en 2017 un beneficio cercano a los 11 millones de euros si no hubiera incurrido en gastos extraordinarios los dos años anteriores en su preparación para salir a Bolsa. La empresa optó finalmente por suspender la prevista salida a Bolsa, pero sus principales directivos siguen manteniendo en la actualidad que el destino final de la empresa será el mercado cotizado.
Volotea opera principalmente en Francia, Italia, Grecia y España. En 2017, el 41% de sus ingresos estaban relacionados con las operaciones en el mercado italiano; el 40% en Francia; el 12% en España; y el 7% en otros mercados.
