Lluvia de deuda pública, pero más cara. El plan de rearme de la Unión Europea para protegerse de Rusia ha encarecido el coste de pedir dinero para los países europeos, que en algunos casos, como en el de España, tienen poco margen de maniobra en las cuentas fiscales. Pero las primas de riesgo permanecen estables, sin dar muestras de recoger el enorme desafío que afronta el Viejo Continente tras el golpe de Donald Trump al tablero geopolítico. ¿Ha dejado la prima de ser un termómetro fiable para medir el riesgo?
La prima de riesgo saltó en 2012 de los despachos financieros a los telediarios. Este indicador supone el sobreprecio que los inversores exigen por endeudarse a los Tesoros Públicos frente a Alemania, considerado de referencia por su disciplina fiscal. En la antesala del rescate bancario, la prima de riesgo española llegó a superar la cota histórica de los 600 puntos básicos. Más de una década después, se mantiene estabilizada en los 60 puntos básicos, incluso por debajo de la de Francia, cuyo bajo crecimiento está aflorando el desfase del déficit público.
Pero la vinculación con el bund alemán a 10 años está provocando un efecto distorsionador de los riesgos que se están acumulando en la deuda pública, como ponen de manifiesto distintas fuentes financieras. Para calcular la prima de riesgo de un país se resta el tipo de interés que ofrece ese país por la compra de su deuda pública, generalmente el bono a 10 años, al tipo de interés que ofrece otro de referencia, que en Europa es Alemania. Y por ende, si los inversores exigen más dinero al país teutón para financiarse en el largo plazo, también lo harán al resto de países europeos, pero la prima de riesgo no recogería plenamente el aumento del riesgo al comparar con niveles más elevados.
El interés del bono aleman, de referencia, sufrió el mayor aumento desde la caída del muro de Berlín tras el pacto para gastar más
El plan de rearme de Europa pretende movilizar 800.000 millones de euros hasta 2028, de los que 650.000 millones tendrán que salir de los presupuestos de cada país de la zona euro. La meta es destinar alrededor del 3% del PIB al gasto en defensa cuanto antes. En el caso de Alemania, ha dado un cambio radical en su estrategia fiscal y levantará el techo a la deuda para gastar 500.000 millones en Defensa durante los próximos diez años.
Alemania levanta su techo de deuda
Este volantazo fiscal sin precedentes en la era moderna provocó que el rendimiento de los bonos a 10 años de Alemania se disparara el pasado 5 de marzo tras el pacto entre los principales partidos alemanes para quitar el corsé fiscal. Sufrió su mayor subida desde 1990, unos meses después de la caída del muro de Berlín, y generó un efecto arrastre en el resto de países europeos ante el desafío de financiar el rearme militar.
El BCE es el gran tenedor de deuda pública tras el plan de compras masivas que lanzó en la pandemia
El tipo de interés del bund alemán ha sufrido una escalada de casi medio punto porcentual en los menos de tres meses de 2025, aunque en los últimos días los inversores están aflojando un poco la presión. El bono a 10 años de Alemania cotiza al 2,76%, frente al 2,36% de cierre de 2024. Esta subida ha provocado un efecto arrastre en el resto de bonos de la zona euro, ante la expectativa de que las nuevas medidas para protegerse ante Rusia obliguen a nuevas emisiones de deuda. En el caso de España, los tipos del bono a 10 años se sitúan en el entorno del 3,41%, cuando en los últimos días del pasado ejercicio apenas superaban la frontera psicológica del 3%.
Pedro Sánchez y Larry Fink.
“La prima de riesgo lleva años rescatada”, afirma sin ambages el presidente de un banco de inversión. Una sentencia que tiene que ver con el salvavidas que lanzó el Banco Central Europeos (BCE) a las primas de riesgo durante la pandemia. Para evitar la tensión en los mercados , el banco central lanzó un programa de compras masivas de deuda pública, que en el caso de España le ha llevado a ser el principal tenedor de bonos y obligaciones, con una cantidad en sus manos que llegó a superar los 400.000 millones. Pero el BCE ya ha dejado de recomprar la deuda pública que vence, en un camino largo para deshacer las posiciones tomadas tras el Covid.
Amenaza de crisis de deuda pública
Cada vez hay más voces que alertan de episodios de tensión en la deuda pública. Bancos como Santander y CaixaBank advierten ante los inversores de que los elevados niveles de endeudamiento de España pueden provocar el alza de la prima de riesgo ante la ausencia de recortes del gasto. Un aviso que se puede endurecer ahora con las necesidades para rearmar los ejércitos europeos. Y el efecto Trump también jugará un papel destacado con su guerra de aranceles y la retira del paraguas a Europa de la amenaza de Rusia.
"Vemos margen para que los rendimientos suban aún más a medida que Europa avanza hacia un aumento del gasto en defensa e infraestructura", BlackRock.
“Trump puede precipitar los riesgos sobre la deuda pública. Puede destapar los enormes desequilibrios sobre las cuentas públicas de los países europeos. En uno o dos años la tensión en los mercados de deuda pública se puede hacer insostenible”, avisa un banquero en contacto continuo con inversores de Estados Unidos.
De momento, BlackRock, la mayor gestora del mundo con una potencia de fuego de más de diez billones de euros, advierte de que los tipos de interés de los bonos públicos de la zona euro se tensarán “aún más” a medida que Europa defina su estrategia para rearmar a sus ejércitos. “Vemos margen para que los rendimientos suban aún más a medida que Europa avanza hacia un aumento del gasto en defensa e infraestructura. El Banco Central Europeo (BCE) también está llegando al final de los recortes de tipos”, señalaban los analistas de BlackRock en una nota reciente a sus clientes.
De hecho, el gran inversor del Ibex ha tomado la decisión de sobreponderar’ a ‘infraponderar’ los bonos de los estados que comparten la moneda común europea. Es decir, cree que ahora es aconsejable recortar la exposición a la deuda pública europea, cuando hasta ahora apostaba por invertir ante el ciclo de bajadas de los tipos, que al menos parece que se tomará una pausa.