La nueva ley de tráfico elimina finalmente la posibilidad que tienen ahora los vehículos de rebasar en 20 km/h el límite de velocidad para adelantar en carreteras convencionales, una vez que el Congreso ha dado luz verde al proyecto que, además, aumenta los puntos a detraer ante determinados comportamientos al volante. Un texto final que incorpora esa prohibición, y al que tanto el PP como Vox se han opuesto abiertamente durante el debate.
La eliminación del margen para adelantar en carreteras que tienen un único carril por sentido de circulación incluida en el proyecto de reforma de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, que aprobó el Gobierno el pasado 16 de marzo, ha sido uno de los aspectos más polémicos durante su tramitación parlamentaria.
Tanto PP como Vox han criticado la eliminación del margen de 20 km/h en los adelantamientos porque se incrementa el riesgo de accidente al aumentar el tiempo en el que se realiza la maniobra y la distancia recorrida, en contra del criterio del Gobierno que defiende la medida porque en esas vías se producen el 70% de las víctimas mortales, sobre todo por choques frontales, aunque se obvia que en esas mismas vías hubo en 2019 más fallecidos por salidas de vía o en intersecciones que por maniobras de adelantamiento.
Así, Oscar Gamazo, del grupo popular, ha criticado el afán recaudatorio del Gobierno con esta medida, que ha calificado de "inmoral" e "irresponsable", a la vez que ha considerado que la seguridad vial debe ser una política de Estado, que requiere grandes consensos, lo que, a su juicio, es difícil" de lograr con aquellos que cambian de criterio "constantemente" y anteponen otros intereses.
El diputado de Vox José Francisco Alcaraz ha advertido de que, según datos de los expertos, es un "error" aumentar el recorrido y multiplicar por tres el tiempo del adelantamiento, ya que pone en riesgo a los conductores, y ha denunciado que el objetivo de la Dirección General de Tráfico (DGT) es aumentar la recaudación con los radares de tramo.
Y es que aplicar esta medida supondría prácticamente la prohibición de realizar adelantamientos, que serían solo posibles cuando el vehículo que circule delante del nuestro lo haga a 80 km/h o menos. Y de hacerlo, sin pasar de 90 km/h, el tiempo y la distancia necesaria para hacerlo serán muy superiores a los actuales aumentando la peligrosidad de la maniobra.
Recaudar por encima de todo
Una prohibición que va a permitir a la DGT contar con una nueva arma recaudatoria, una más en su extensa lista de posibles sanciones para seguir aumentando las arcas del Estado con una facilidad pasmosa y una gran dosis de indefensión por parte de los conductores.
Una de las que puso en marcha y sobre la que ya ha habido una sentencia en contra es la posibilidad de multar a un vehículo que tenga caducada la ITV sin necesidad de estar circulando, que abría la puerta a miles de sanciones. No en vano, en los últimos dos años la DGT ha impuesto más de un millón de multas por no haber pasado la ITV que han supuesto unos 200 millones de euros de recaudación.
Sin embargo, muchas de esas multas se han llevado a cabo de forma irregular a tenor de la reciente sentencia dictada en Madrid por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 33. Una sentencia recurrida por AEA que argumentaba que en la vigente Ley de Seguridad Vial no estaba tipificado como infracción el hecho de no someter un vehículo a la ITV en el plazo debido, sino circular sin ella, circunstancia que no se daba en el caso del vehículo denunciado que se encontraba estacionado.