Dragados busca poner fin a su tortuosa historia en el madrileño distrito de Tetuán a través de un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid que le desligue de la concesión para urbanizar el entorno del Paseo de la Dirección. Tras sucesivos cambios y modificaciones de convenio, el último plazo que el Consistorio dio a la constructora para finalizar las obras vence el próximo mes de octubre, fecha en la que Dragados habrá concluido los trabajos. La filial de ACS negocia un acuerdo con el Ayuntamiento para rescindir la concesión a cambio de unos 50 millones de euros, el coste aproximado de las obras que quedarán pendientes de realizar.
Mientras, el Consistorio no vería con malos ojos rescatar la concesión y encargarse de concluir las obras, que los vecinos de la zona aguardan con ansiedad toda vez que deberían haber finalizado en 2013. No obstante, la solución no es tan sencilla ya que ambas partes tienen que negociar los términos del final de la concesión, entre otros la compensación económica para la constructora.
Dragados se adjudicó en 2007 la concesión para la urbanización de uno de los extremos del distrito de Tetuán (entre la avenida de Asturias, el Parque Rodríguez Sahagún y la calle Marqués de Viana y con el Paseo de la Dirección como eje principal). El contrato contemplaba que la constructora costeaba las obras (la filial de ACS ofreció algo más de 175 millones de euros) y a cambio el Ayuntamiento, comandado por entonces por el ex ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón, le entregaría más de 76.000 metros cuadrados de suelo para promover vivienda libre.
La llegada de la crisis hizo imposible cuadrar las cuentas de Dragados y decidió paralizar las obras
El negocio para ACS consistía explotar al máximo la promoción de ese suelo para compensar el coste de las obras de urbanización que debía realizar (y que también incluía la expropiación de algunos terrenos afectados por el proyecto). La llegada de la crisis hizo imposible cuadrar las cuentas de Dragados que, por entonces, decidió paralizar las obras, con el consiguiente perjuicio para miles de vecinos, y negociar un nuevo convenio con el Ayuntamiento. Bajo la batuta de Ana Botella y muy cerca de las elecciones municipales y autonómicas de 2015, Dragados se salió con la suya y logró que la compensación fuera en forma de suelo de vivienda protegida.
Sin embargo, las tornas cambiaron con la llegada de Ahora Madrid al Consistorio de la capital. La nueva corporación municipal dio 18 meses de plazo a Dragados para finalizar las obras, un plazo prácticamente imposible de cumplir dado el avance que presentaban por entonces los trabajos.
A falta de menos de 100 días para que venza el plazo fijado por el Ayuntamiento, es un hecho que las obras no acabarán a tiempo. Es más, incluso los vecinos de la zona han observado una notable desaceleración en el ritmo de trabajo. Para acometer determinadas actuaciones ni siquiera hay planos registrados sobre cómo proceder a hacer las obras.
A diferencia de lo que sucedió con las anteriores administraciones, Dragados ha encontrado sintonía con los responsables del Consistorio y no quiere poner en marcha la negociación para un nuevo convenio, que sería el tercero en discordia, sino que quiere terminar de una vez con su historia en Tetuán. El Ayuntamiento también prefiere la salida de la constructora. Pero la negociación no se prevé ni mucho menos fácil.
Para las próximas semanas está prevista una visita de la alcaldesa Carmena a la junta de distrito y al Paseo de la Dirección, un acto programado para el pasado mes de junio pero que tuvo que ser cancelado debido a una reclamación del partido Ciudadanos debido a la cercanía de las elecciones generales, que fue admitida por la Junta Electoral Central. Es probable que cuando finalmente se produzca la visita, Carmena arroje luz sobre el estado de la cuestión.