Algunas ciudades como Madrid o Barcelona ya cuentan desde hace algunos años con severas restricciones de circulación en el corazón de sus núcleos urbanos, pero será a partir de 2023 cuando este tipo de restricciones se extiendan de manera notable por todo el territorio nacional. Y es que en 2023, en decir en poco más de seis meses, va a entrar en vigor la normativa que regula que todos los municipios con más de 50.000 habitantes deban poner en marcha una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en los centros urbanos a los que no podrán acceder turismos sin etiqueta medioambiental de la DGT.
Pero para algunas ONG ecologistas como Ecodes, Ecologistas en Acción, Fundación Renovables o Greenpeace no les parece suficiente y han remitido por ello al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) diversas alegaciones al Real Decreto que regula las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que deberán ponerse en marcha en esas ciudades antes del próximo 1 de enero y, en ellas reclaman que el volumen de automóviles deberá reducirse al menos un 35% de aquí a 2030. Un Real Decreto que está en fase de participación pública que fija unos criterios mínimos para el establecimiento de estas ZBE en 150 municipios españoles antes del próximo mes de enero.
Así, estos grupos ecologistas consideran que estas ZBE no pueden quedarse en un "mero plan renove" sino que tienen que servir para reducir al menos el 35% de automóviles en las ciudades para 2030, al tiempo que proponen que entre los objetivos de recuperación del espacio público se apueste por ampliar los usos estanciales, por la creación de nuevas zonas verdes y adaptar mejor las ciudades frente a los impactos de la crisis climática.
Las alegaciones plantean la necesidad de que estas nuevas áreas contribuyan a lograr los objetivos de descarbonización fijados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) y reclaman que los Ayuntamientos no se vean forzados a asumir en sus ZBE el "obsoleto e ineficaz sistema actual de etiquetas de la Dirección General de Tráfico".
Modificar el sistema de etiquetado
Dicho sistema clasifica los vehículos en virtud de sus emisiones pero según las ONG estas etiquetas no incluyen las emisiones reales de CO2 y consideren 'Eco' a tecnologías contaminantes como el gas fósil, por lo que señalan que de ese modo será imposible lograr una reducción de emisiones alineada con el Acuerdo de París.
También piden que el Real Decreto definitivo incluya la señalización de forma "clara y reconocible" en sus puntos de acceso con una nueva clasificación y de distintivos ambientales a incorporar en dicho Real Decreto.
Para las entidades, la obligatoriedad de emplear el desfasado sistema actual de etiquetas medioambientales de la DGT que prevé el proyecto de Real Decreto del Miteco arriesga medidas puestas en marcha en ciudades como Pontevedra, Logroño o Vitoria-Gasteiz, que han logrado reducir de forma significativa el tráfico rodado sin recurrir a este sistema de la DGT.
Igualmente, el Miteco otorga a las ZBE el objetivo para reducir la contaminación atmosférica, el ruido y las emisiones de gases de efecto invernadero, así como para mejorar la eficiencia energética a través de la recuperación del espacio público. Las ONG instan a que la recuperación del espacio público sea un objetivo prioritario porque reducir el tráfico permite liberar gran cantidad de suelo público que puede ser aprovechado para modos de transporte más sostenibles, ampliar los usos estanciales y crear nuevas zonas verdes dentro de las ciudades.