Economía

Economistas advierten de que la subida de Sociedades perjudica a los trabajadores

El Gobierno de Pedro Sánchez prevé subir este tributo fijando un tipo mínimo del 15% que se aplicará sobre la base imponible y no sobre el resultado contable

  • José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE)

Una subida del Impuesto de Sociedades, como la que va a llevar a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez para las grandes empresas, perjudicará a los trabajadores porque las compañías intentarán anular su efecto sobre los beneficios reduciendo sus costes y bajando los salarios, advierte el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

"Si las empresas ven que sus beneficios han bajado intentarán trasladarlo en forma de mejores precios y menores costes, en forma de contención salarial: es decir reducción de salarios y masa salarial", alerta su presidente, José Luis Feito, en la presentación ante la prensa de un informe sobre impuestos. 

Además de reducir costes y bajar salarios, Feito explica que si las empresas no consiguen restaurar sus beneficios antes de impuestos recortarán su inversión, algo que será "especialmente dañino para los trabajadores", porque supone una caída de la productividad

El resultado de esta ecuación lo conocen los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de ahí que la mayor parte de ellos estén bajando el Impuesto de Sociedades, porque conocen que entre el 60 y el 70% de este tributo se traslada a los trabajadores. 

En concreto, 22 de los 38 países que integran la OCDE tienen en 2018 un tipo impositivo de Sociedades inferior al 25%, mientras que hace dieciocho años sólo 5 países tenían un tipo inferior al 25%, y Feito pronostica que la tendencia irá por ese camino. 

Cree por ejemplo que en Reino Unido se llevará a cabo una bajada del Impuesto de Sociedades para compensar el brexit y que ese tipo de movimientos presionarán a nuestro país. "Será difícil resistir a la presión", apunta. 

¿Qué impuestos deben subir y cuáles bajar?

El IEE defiende que la teoría de que en España deben subir los impuestos porque la presión fiscal del país (ingresos por impuestos sobre PIB) es menor que la de la media de la UE es una hipótesis errónea, porque la riqueza de nuestro país es también menor que la de la UE. 

Por ello, su presidente propone una serie de reformas fiscales que no perjudiquen a los trabajadores, que sirvan para distribuir la carga impositiva de forma más justa y para -no sólo mantener sino- incrementar la recaudación fiscal de España, algo necesario para reducir la deuda externa neta y el elevado déficit público. 

Además de proponer una bajada del Impuesto de Sociedades, pide también una reducción de las cotizaciones sociales -que son tan elevadas que contribuyen en su opinión a la contención salarial-, y también de las tasas al ahorro -es decir, impuestos sobre el patrimonio y los rendimientos de capital-

Estos últimos son más elevados en España que la media de la UE (tipo del 29,1% frente a la media del 21,7%).

Por el contrario, reclama una subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), del que lamenta que sólo grava el 50% del consumo con el tipo general del 20%, mientras que la otra mitad disfruta de tipos reducidos y superreducidos. En Alemania, por ejemplo, el 80% del consumo está gravado con el tipo general. 

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