El choque económico que está provocando en las empresas el incremento de costes y la contención del consumo se notará este trimestre en el empleo. Son más los empresarios que planean recortar sus plantillas que los que pretenden ampliarlas. De hecho, son prácticamente el doble, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El dato que arroja la encuesta que elabora trimestralmente el INE a los empresarios como termómetro de la confianza en la economía es negativo teniendo en cuenta que hasta ahora el mercado laboral se ha mostrado resiliente a la crisis generada por la guerra en Ucrania.
Según el INE, el porcentaje de empresarios que pretende destruir empleo en este último trimestre del año se eleva hasta el 16,6%, frente a un 8,6% que contratará más personal. El porcentaje de aquellos que planean despedir a trabajadores en el trimestre que entra es el más alto desde el primer trimestre de 2021, cuando se empezó a preguntar por esta cuestión.
Finalmente, la mayoría (el 74,8%) asegura que lo mantendrá estable, como suele ocurrir todos los trimestres; por lo que lo relevante es el saldo entre los que crearán y destruirán, que en el cuarto trimestre el INE anticipa que será negativo (-8%).
La destrucción de empleo se experimentará en todos los sectores, según anticipa la encuesta, aunque destacará en el sector del transporte y la hostelería, donde un 22,4% de las empresas planea despedir a personal en este trimestre frente un 8,5% que contratará. También se notará especialmente la destrucción de empleo en la construcción, con un saldo negativo del 10,3%.
Por tamaño de empresa, el Instituto Nacional de Estadística también refleja una caída del empleo en todos los grupos salvo en aquellos de más de 1.000 trabajadores, donde el saldo resultará todavía positivo en un 5,6% al ser más las empresas que prevén crear empleo que las que esperan destruirlo.
El mercado laboral se frena
El mercado laboral ya experimentó un frenazo en el tercer trimestre, cuando el empleo apenas aumentó en 77.700 ocupados respecto al trimestre anterior, según la Encuesta de Población Activa que también publicó el INE la semana pasada. De hecho, de no ser por el sector público, que creó el doble de puestos de trabajo que el privado, España habría tenido la menor subida de la ocupación en un tercer trimestre desde 2012; es decir, en diez años.
En verano también creció el paro en 60.800 personas. Quitando el verano del año 2020, donde creció en 355.000 personas, esto no ocurría desde 2012. El desempleo se incrementó en el tercer trimestre en los servicios (85.700 parados más), en la agricultura (14.400) y en la industria (6.400).
Los jóvenes fueron uno de los colectivos más perjudicados. Pese a ser una temporada en la que encuentran más fácilmente trabajo, por primera vez desde 2012 se perdieron 26.600 ocupados menores de 30 años respecto al trimestre anterior. A su vez, se registraron 129.000 jóvenes más en paro, el segundo mayor aumento en un tercer trimestre y en este colectivo en dos décadas, después del fuerte incremento que experimentó en 2020.
Otro de los colectivos más perjudicados en términos de empleo fue el de los trabajadores menos cualificados. Aquellos con titulación superior son los que han encontrado empleo en el tercer trimestre, con un crecimiento de 150.000 ocupados respecto al trimestre anterior. Sin embargo, otras 93.000 personas que sólo tenían la educación obligatoria han perdido su puesto de trabajo.
A cierre del tercer trimestre el número total de ocupados alcanzó los 20,55 millones de personas, niveles históricamente altos en la serie del INE pero todavía por debajo de los 20,75 millones alcanzados en el tercer trimestre de 2007.
Por su parte, el paro se aproximó a los tres millones (2,98 millones), todavía por encima de los niveles en los que se situaba el desempleo antes de la crisis de 2008, tocando mínimos de 1,76 millones en el tercer trimestre de 2006.
Con todo, la tasa de paro en el tercer trimestre se situó en el 12,67%, lo que supone 18 centésimas más que en el trimestre anterior. En todo caso, por el buen comportamiento del mercado laboral en el último año, esta tasa ha descendido en 1,9 puntos; aunque de nuevo todavía se sitúa lejos del 8% en el que se encontraba antes de crisis financiera de 2008.
