El dinero de la filial argentina de Repsol, YPF, se queda, de momento, en Argentina. No habrá reparto de dividendo en cash con cargo a los resultados de 2011. Tradicionalmente, desde la entrada del grupo local Petersen en la petrolera argentina, YPF ha venido repartiendo el 90% de sus beneficios. Pero este año, las duras amenazas de nacionalización de YPF por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en plena crisis económica y energética que atraviesa el país han forzado a esta situación. Repsol, que posee el 57,48% de YPF, no recibirá los aproximadamente los 600 millones de euros que venía recibiendo, y su socio, la familia Eskenazi (grupo Petersen), también dejará de ingresar unos 250 millones de euros aproximados, correspondiente a su participación del 25,5%.
Esta decisión fue aprobada ayer en Buenos Aires, en un tenso consejo de administración de YPF, de más de tres horas de duración, presidido por el propio Antonio Brufau, y con tres representantes del Gobierno Argentino (los ministros de Planificación Federal, Roberto Baratta, el secretario de Política Económica, Axel Kicillofy y el secretario de Energía, Daniel Cameron) y de la familia Eskenazy. Los dos principales accionistas de YPF rechazaron la propuesta del Gobierno de crear un fondo de inversiones, y en su lugar, acordaron que los resultados de la compañía no se repartieran en dividendos, ni vayan a reservas, sino que se capitalicen. La decisión tendrá que ser votada en Junta de Accionistas (no hay peligro, el Gobierno no tiene derecho de veto para este tipo de acuerdos).
Así, en un hecho relevante a la CNMV, enviado a última hora de la tarde, Repsol anuncia que la compañía capitalizará los resultados de YPF acumulados en el ejercicio, tras atender la dotación de la reserva legal y otras obligaciones legales. En concreto, la compañía convertirá unos 1.000 millones de euros del beneficio de 2011 (5.789 millones de pesos) en acciones de YPF, y posteriormente, las repartirá entre los accionistas, a tenor de su participación.
El hecho relevante omite la palabra dividendo
En este comunicado, la compañía no menciona la palabra dividendo, porque técnicamente, según fuentes financieras consultadas, no se trata de un dividendo como tal. Repsol tiene músculo financiero para seguir cumpliendo con sus obligaciones frente a sus accionistas, aunque no reciba estos 600 millones de euros en cash, tal y como reafirmó ayer en el mencionado hecho relevante para evitar cualquier tipo de dudas e incertidumbre en el mercado. "La generación de caja neta del grupo Repsol en el ejercicio 2012 se verá afectada positivamente, y respecto al pasado año, por la recuperación de la producción en Libia, la puesta en marcha de los proyectos de Margarita Huacaya (Bolivia) y Kinteroni (Perú) durante este año y adicionalmente, Sapinhoa, antigua Guará, (Brasil) en el primer trimestre de 2013", decía ayer el comunicado de Repsol.
Pero en el aire queda, si su socio en YPF, el grupo de la familia Eskenazi, puede hacer frente a sus obligaciones con Repsol. El grupo local Petersen, entonces muy cercano al Gobierno argentino, entró en el capital de YPF en 2007 y desde ese año su participación en la petrolera argentina ha ido incrementándose hasta el 25,5% actual, gracias a los acuerdos de financiación que suscribió con un sindicato de bancos y la propia Repsol. Según dichos acuerdos, algunas fuentes consultadas subrayan el posible riesgo que corre Repsol al quedar como acreedora de YPF frente a los bancos acreedores de Eskenazi en caso de que este argentino no pudiera hacer frente al crédito vinculado a su adquisición, por culpa de que no se reparta el 90% de los beneficios de YPF.
La salida que tendría los Eskenazi en YPF sería vender las acciones extras en los mercados que reparta la compañía. Y poder así devolver el dinero a Repsol y a los bancos que le prestaron. Precisamente este punto es el que más criticó ayer el representante del Gobierno argentino, a la salida del consejo de YPF. "Ellos proponen que las utilidades se conviertan en acciones en proporcion a la tenencia de cada uno de los accionistas. Este papel es muy líquido, cotiza incluso en la Bolsa de Nueva York y tranquilamente esos papeles pueden convertirse en esos dólares que se habrían fugado ahora", dijo el secretario de Política Económica, Axel Kicillof.
Gestiones del CFO, previas al consejo
EL CFO de Repsol, Miguel Martínez, se desplazó la semana pasada a las oficinas de YPF para posiblemente gestionar de una forma más directa y personal la crisis del dividendo de YPF. Esta solución de capitalizar parte de los fondos propios que normalmente se destinaban a dividendo garantiza, de algún modo, que los Eskenazy puedan seguir pagando a Repsol (revendiendo en el mercado), y logran sortear la negativa del Gobierno de exportar la divisa, aunque sea en una primera instancia.
El consejo anterior, celebrado el 9 de marzo, dejó en el aire la decisión final ante las presiones de Argentina. Argentina está bloqueando la salida de divisas del país, ante la grave crisis económica y energética, y culpa a las multinacionales de no llevar a cabo las inversiones necesarias.
La reuniónde ayer, según un portavoz del gobierno argentino, fue "cordial" pero con "resultado negativo" por una "fuerte controversia" entre el Gobierno argentino y la empresa sobre la creación de un fondo para inversiones, según el viceministro argentino de Economía, Axel Kicillof. El funcionario explicó que el Ejecutivo reclamó un "claro, taxativo y preciso plan de inversiones para 2012", pero no logró una respuesta satisfactoria de los accionistas mayoritarios de la petrolera.
Repsol se disparó en bolsa ante el menor riesgo a la nacionalización
Los mensajes del Gobierno argentino, en la víspera de la celebración del consejo de YPF (la noche de este martes) de que el riesgo a la nacionalización de la petrolera se diluía, permitirieron que Repsol registrara ayer la mayor subida del Ibex. Sus acciones se dispararon un 4,2%, hasta 20,1 euros en una jornada bajista (el índice cayó un 0,98%).
El jefe del Ejecutivo argentino, Juan Manuel Abal Medina, hizo unas declaraciones descartando la nacionalización, aunque posteriormente, el dirigente matizó sus palabras y aseguró que no descartaba ninguna opción. "No vamos a eso", había afirmado Abal Medina al ser preguntado anoche sobre esta cuestión. "Vamos a una idea que tienen que cumplir con lo comprometido como empresa, que es producir. Nada del otro mundo, nada extraño", añadió.
España confía en que Repsol recupere las licencias
José Manuel Soria, que mantiene un continuo contacto con Repsol en relación a la crisis con Argentina, dijo ayer que confió en que las instancias judiciales argentinas den la razón a la petrolera española, en los recursos que está presentando por la retirada de licencias de las provincias argentinas.
La filial YPF respondió ayer a la retirada de las recientes concesiones en las provincias argentinas con un comunicado a la Comisión Nacional de Valores (CNV), en que dice que "evaluará el alcance" de los últimos decretos de revocación y "defenderá sus derechos en todos los ámbitos que corresponda". Los pozos afectados, de las provincipas argentinas de Chubut y Santa Cruz, suponen un 2,76% de la producción total de YPF y un 2,38% de las reservas comprobadas totales estimadas a finales de 2011.
El primero de ellos indica que las licencias caducarán a los noventa días de la notificación, mientras que el segundo, pendiente de ratificación por la Cámara provincial, no solo retira licencias de explotación, sino que también anula la venta de participaciones en una de la zonas de BG a YPF.