Es un rumor recurrente dentro del grupo. Pero nadie, hasta ayer, se había atrevido a llevarlo más allá de las conversaciones alrededor de un café. El Santander estudia la integración de Banesto en su red. Y, como reconoce Alfredo Sáenz, consejero delegado del grupo, no es un proyecto aislado. "Es una discusión que consideramos y hacemos de forma recurrente", aseguró Sáenz, durante la presentación de resultados del primer trimestre, que escenificó la difícil situación del negocio financiero en el territorio nacional. Entre enero y marzo, la red Santander en España obtuvo un beneficio de 75 millones.
"Si no se ha hecho ya es porque los beneficios directos que aportan por separado cada red no compensan las pérdidas indirectas o la pérdida de clientes que supondría la operación", confesaba el CEO del Santander que, en anteriores comparecencias públicas, siempre había negado esta opción.
Esta operación supondría un vuelco en el mercado, ya que se convertiría en la segunda mayor entidad del mercado español por oficinas (con 4.629 sucursales, según los datos de cierre de 2011), sólo tras La Caixa, y por patrimonio de fondos de inversión, con 20.176 millones bajo gestión (15.819 millones de la Red Santander y 4.357 millones de Banesto), después de BBVA. En el caso de la gestión de activos, no afectaría a la fábrica de productos, ya que ambos comercializan los de Santander Asset Management.
Los últimos pasos dados por el grupo avanzan en esa dirección. Hace unas semanas, el grupo presidido por Emilio Botín decidió la fusión de Altamira y Mesena, las inmobiliarias del Santander y Banesto, respectivamente. La dirección del grupo ha decidido esta unión para facilitar la comercialización de los cerca de 9.000 millones que tienen ambas entidades en activos adjudicados. La integración de ambas, que el pasado año perdieron 927 millones de euros, se salda con un volumen de pisos valorados entre 3.600 millones de euros.
El grupo dirigido por Emilio Botín ha decidido dejar fuera de la nueva sociedad los activos de segunda mano o procedentes de embargos, que seguirán bajo la gestión de Santander y de Banesto por separado. También se queda fuera de la fusión Aktua, otra filial de Banesto dedicada a la gestión de activos inmobiliarios.
Además, otro dato apunta en esa posible dirección. La remodelación del Consejo del grupo Santander, en la que se redujo el número de consejeros de 20 a 16, significó la salida de Antonio Basagoiti, presidente no ejecutivo de Banesto. Con esta medida, la filial sólo cuenta con la representación de Matías Rodríguez Inciarte, consejero dominical de Banesto, en el máximo organo de dirección del Santander. "No tenemos que justificar esa decisión. Hay razones de fondo", aseguró Sáenz.