El Gobierno brasileño lanzó ayer jueves una firme advertencia a las compañías que no sean capaces de ejecutar los proyectos en marcha. Romeu Rufino, director general del regulador del mercado eléctrico del país, Aneel, aseguró en declaraciones recogidas por el diario Exame que el Gobierno "revocará las concesiones de aquellos proyectos que no puedan ser ejecutados". Uno de los grupos que mayores quebraderos de cabeza está dando al sistema eléctrico brasileño es Abengoa.
La compañía española se declaró en concurso de acreedores en Brasil en febrero de 2016. Abengoa posee 16 contratos públicos adjudicados de transporte de energía eléctrica en el país, más de 5.000 kilómetros de líneas de transmisión. El Estado brasileño es uno de los mayores acreedores de la filial brasileña de Abengoa.
En un informe elaborado por Aneel sobre el estado de las líneas de transmisión eléctrica en Brasil, del pasado mes de septiembre, se destaca la situación de la construcción de Belo Monte, una presa levantada en medio de la mayor selva tropical del mundo cuyas obras se iniciaron en 2011 y que provocó el desplazamiento de miles de personas y un coste superior a los 10.000 millones de dólares. "La paralización de las obras de las que es responsable Abengoa en Belo Monte (...) puede dar lugar a un problema de optimización del sistema nacional integrado", advierte.
Abengoa valoraba el pasado mes de septiembre su negocio de líneas de transmisión en Brasil en 1.418 millones de euros
La nueva dirección de Abengoa no considera ya estratégico su negocio en Brasil. "Todo Abengoa Brasil está en concurso, se trata de un proceso que puede durar mucho. No es un país estratégico para la nueva Abengoa", explican fuentes cercanas al grupo sevillano. En los últimos meses varios grupos internacionales se han interesado por los activos de Abengoa en Brasil, sin que por ahora las negociaciones hayan fructificado. El proceso está siendo seguido de cerca por Aneel.
Informe de KPMG
La dirección de Abengoa en 2016 asumió que la compañía tendría que ceder los activos mantenidos en Brasil para recibir los fondos necesarios y finalizar las obras en curso. Así consta en un informe confidencial elaborado el pasado año por KPMG para los principales bancos acreedores del grupo energético al que ha accedido Vozpopuli. La actual dirección de Abengoa subraya que se trata de un documento realizado según las consideraciones de la anterior dirección de la compañía, y que ya no se sigue.
De acuerdo a los últimos resultados presentados por la multinacional sevillana, correspondientes a los nueve primeros meses de 2016, Abengoa valoraba líneas de transmisión en Brasil en 1.418 millones de euros. El grupo reclasificó en sus cuentas hasta septiembre los activos en el país como "no corrientes mantenidos para la venta y operaciones discontinuadas". Lo que en gran parte ha provocado que si en septiembre de 2015 Abengoa valoraba en 2.411,2 millones de euros el importe de los activos de sus proyectos concesionales, en septiembre de 2016 esa misma valoración se hundió hasta los 284,3 millones.
En las mismas cuentas presentadas a la CNMV, Abengoa explicaba que la reclasificación contable se efectuó "tras el inicio de un proceso de venta", y admitía que el valor contable de sus activos en Brasil "es mayor que su valor razonable menos los costes de venta (considerando como referencia el precio de oferta de compra para la estimación del valor razonable)".
En el informe elaborado por KPMG para los principales bancos acreedores -Santander, Bankia, Popular, Caixabank, HSBC, y Credit Agricole- se indica que "se asume que se ceden los activos en operación como compensación por asumir los fondos necesarios para la finalización de los activos en construcción".