Abengoa y sus acreedores están ahora más cerca de alcanzar un acuerdo que evite el concurso de la multinacional energética de lo que lo han estado desde que en noviembre el grupo español fuera declarado en preconcurso de acreedores con más de 9.000 millones de euros de deuda. "En 24 o 48 horas podría firmarse un acuerdo", aseguran fuentes que participan en las negociaciones.
Lo que ha desencallado las conversaciones ha sido, indican dos fuentes distintas, la aceptación por parte de Abengoa de capitalizar deuda (los bancos no están dispuestos a asumir quita alguna más allá de la referida a "deuda sostenible"). Lo que supone que Inversión Corporativa, la sociedad a través de la que Felipe Benjumea, expresidente del grupo, hijo del fundador, controla más del 50% de la multinacional energética, verá reducida su participación al 5% como máximo.
Lo que ha desencallado las conversaciones ha sido, indican dos fuentes distintas, la aceptación por parte de Abengoa de capitalizar deuda
El acercamiento entre los representantes de los acreedores y la compañía se produce después de que el martes el consejo de administración de Abengoa decidiera destituir a José Domínguez Abascal como presidente y nombrar en su lugar a Antonio Fornieles, consejero independiente, uno de los principales ejecutivos de KPMG en España hasta su entrada en la multinacional energética, el pasado año. De acuerdo a las fuentes consultadas, la salida de Domínguez Abascal fue forzada por Benjumea, que percibió en las últimas semanas un acercamiento entre Domínguez Abascal y la banca en contra de los intereses de Inversión Corporativa.
Además de la matriz, 48 empresas dependientes de Abengoa se encuentran en preconcurso de acreedores. También se han acogido a la ley de quiebras de sus respectivos países filiales de la compañía sevillana en Brasil y en Estados Unidos. Abengoa ha comunicado esta semana haber registrado en 2015 pérdidas históricas de 1.213 millones de euros el año pasado, frente a los 125 millones que dijo haber ganado en 2014.
Préstamo de los bonistas
Abengoa procederá este viernes al pago de las nóminas atrasadas de febrero. Domínguez Abascal comunicó a la plantilla la pasada semana el retraso en el pago por falta de liquidez. De acuerdo a las fuentes consultadas, la compañía ha acordado con los bonistas un préstamo de unos 115 millones que facilita ese pago.
Abengoa procederá este viernes al pago de las nóminas atrasadas de febrero. Domínguez Abascal comunicó a la plantilla la pasada semana el retraso en el pago por falta de liquidez
"Estimados todos", empieza diciendo un comunicado que Abengoa ha enviado el jueves a sus trabajadores. "Afortunadamente, en el día de hoy, hemos podido resolver la liquidez necesaria para completar la nómina de febrero que nos quedaba pendiente tal y como informamos el pasado viernes", informa. "He dado instrucciones para que de manera inmediata se inicie el proceso de pago y mañana pueda materializarse. Lamento profundamente los inconvenientes que la demora os haya podido ocasionar y os agradezco enormemente la comprensión y profesionalidad que, en todo momento, habéis demostrado". El comunicado está firmado por Joaquín Fernández de Piérola, consejero delegado de Abengoa, nombrado esta semana junto con Antonio Fornieles como presidente.
Las fuentes consultadas indican que la inyección de liquidez aportada para poder pagar las nóminas a la plantilla proviene de un préstamo otorgado por los bonistas (los propietarios de deuda de Abengoa adquirida con fuerte descuento, y que controlan junto a la banca la mayor parte de la deuda financiera de Abengoa), inferior a los 165 millones reclamados hace unas semanas, cercano finalmente a los 115 millones.
A pesar del aparente acercamiento de posturas, otras fuentes de la empresa dudan que realmente Benjumea esté ya dispuesto a ceder el control. "Si lo hace, será en el último minuto, cuando vea que no hay otra opción posible", advierten. "Había dinero para pagar a los trabajadores y no lo han hecho para forzar la negociación con la banca", dicen.
