El mercado ha hablado: la reforma energética anunciada el pasado viernes por el Gobierno ha supuesto un espaldarazo para las empresas de energías renovables, para las que el hachazo será menor del que se barajó en un principio. Lo dicen los analistas y lo dice la bolsa: desde el jueves, el repunte de la cotización de Acciona (un importante operador en eólica y termosolar) y Abengoa (líder mundial en esta última tecnología) ha permitido a estas dos compañías aumentar en 289 millones de euros su capitalización bursátil.
La mayor ganancia corresponde a Acciona, que se ha revalorizado casi un 9% desde el viernes, lo que ha permitido aumentar su valor bursátil en 213 millones en sólo dos jornadas. Como señalan los analistas de Nomura, el resultado de la reforma para el sector de las renovables “parece mejor de lo esperado, porque aunque están afectadas por la tasa general del 6%” a la generación de electricidad (que se aplicará a todas las tecnologías), este escenario es mejor que el de los borradores previos, que incluía tasas significativamente mayores para la fotovoltaica, la eólica y la termosolar.
Por su parte, Abengoa ha recuperado un 6% de su valor desde el jueves, lo que ha impulsado su capitalización en 76 millones. La termosolar se ha salvado de un recorte retroactivo de las primas, aunque el Ministerio de Industria ha anunciado que su producción con gas natural (muchas plantas utilizan ese combustible como complemento a la radiación solar) no tendrá derecho a subvención.
La cotización de Solaria avanzó ayer 30 millones en una sola jornada bursátil
Mención aparte merece Solaria, la única empresa fotovoltaica que cotiza en la Bolsa española, que ayer protagonizó una espectacular subida del 34%. La empresa, un chicharro bursátil (su valor se sitúa en 112 millones, frente a los 82 millones del jueves pasado), tiene entre sus filas a Manuel Vicente-Tutor, excolaborador de Cristóbal Montoro y socio de Equipo Económico, la consultora que fundó el ministro antes de su regreso a la política.
El enfrentamiento entre el titular de Hacienda y José Manuel Soria (que era partidario de aplicar gravámenes diferentes a las distintas tecnologías y, en especial, las renovables) ha sido uno de los principales motivos del retraso en la aprobación de la reforma. En una entrevista publicada este fin de semana en el diario canario La Opinión, Soria definió esa trifulca no como un enfrentamiento, sino como “diferencias de aproximación”.
La eólica y la fotovoltaica son las dos tecnologías más beneficiadas por la reforma
Hay unanimidad entre los analistas: las tecnologías ganadoras son la eólica y la fotovoltaica, aunque ayer el vicepresidente de la patronal solar Unef, Luis Torres, recordó que los huertos ya sufrieron el recorte de primas del 30% que aprobó en 2010 el antecesor de Soria, Miguel Sebastián. Ahora hay que analizar la rentabilidad de las plantas “caso por caso”, y algunas instalaciones pueden sufrir “dificultades”.
Hasta conocer el detalle del proyecto de ley aprobado el viernes por el Consejo de Ministros (las únicas cifras que se conocen son las que anunció Soria), predomina la prudencia entre las eléctricas, que, no obstante, pueden darse por satisfechas con la reforma, según los analistas. En opinión de Barclays, lo mejor del paquete de medidas es que “finalmente ha sido anunciado”, lo que despeja la incertidumbre regulatoria.
Según Nomura, entre las grandes utilities Gas Natural es la gran vencedora, por su poca exposición a las tecnologías nuclear, hidráulica y de renovables; y la más perjudicada es Endesa, por el ‘céntimo verde’ que se aplicará a la generación con fuel-oil y carbón, una fuente que las eléctricas están utilizando con fruición durante este ejercicio por la caída de precios de esa materia prima.
