La comparecencia como testigo de Florentino Pérez, presidente de ACS y del Real Madrid, ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en el proceso de instrucción de la ‘operación Púnica’ destapó el nombre de Donato González, responsable del banco Société Générale (SG) en España. Pérez le señaló como la persona que le puso en contacto con Alejando de Pedro, uno de los “conseguidores” de la trama a través de la empresa EICO, cuyos servicios fueron contratados por el Real Madrid para mejorar el posicionamiento del club en Internet. No es extraño. A fin de cuentas, Florentino Pérez y Donato González son viejos conocidos. SG ha sido el banco de cabecera de ACS durante muchos años para los procesos de financiación del grupo.
Pero González también tiene fuertes vínculos con Francisco Granados, ex consejero de la Comunidad de Madrid, y presunto cabecilla de la trama Púnica. No en vano, el ex político trabajó a sus órdenes en la entidad financiera después de abandonar sus cargos públicos de forma abrupta, cuando la sombra de la corrupción comenzaba a planear sobre su cabeza.
El mercado conocía sobradamente la estrecha relación entre Florentino Pérez y Donato González y no sólo porque éste fuera un habitual en el palco del estadio Santiago Bernabéu. El máximo ejecutivo de ACS se refirió en su comparecencia ante el juez a González como la persona responsable de un banco “con el que trabajamos”. Es algo más que eso. SG ha sido pieza fundamental en los procesos de refinanciación de ACS en los últimos años pero especialmente en el verano de 2012, apenas unos meses antes de que se produjera el contacto entre Florentino Pérez y Alejandro de Pedro, propiciado por Donato González.
Por entonces, la situación del grupo constructor era muy delicada. Acababa de iniciar su salida del capital de Iberdrola con fuertes minusvalías que generaron en ACS un agujero superior a los 2.000 millones de euros. En tales circunstancias, la compañía encontró las puertas de los bancos cerradas, ninguno quería asumir riesgos con una empresa cuya gestión temeraria había provocado que los mercados no quisieran tampoco saber nada del grupo.
Su cotización en Bolsa se fuera a mínimos de siete años, generando tensiones de tesorería en algunos de los accionistas significativos de la empresa, como los Albertos.
El salvador de ACS
Casualmente, el único que se atrevió fue SG. La sucursal española de la entidad francesa actuó en solitario como coordinador en un proceso de refinanciación de 1.600 millones de euros. En el anterior, ACS había contado con hasta siete bancos coordinadores, entre ellos, los grandes españoles.
Por entonces, Donato González salvó a Florentino Pérez de un problema que no hubiera sido menor, toda vez que el sindicato bancario del préstamo, con BBVA a la cabeza, estaba dispuesto a ejecutar las garantías. Pocos meses después se produce el contacto para que el Real Madrid contratara los servicios de EICO; un buen momento de devolver favores y también de demostrar que Florentino Pérez sí es capaz de mezclar sus actividades como presidente de ACS y del Real Madrid, algo que ha negado en numerosas ocasiones.
Ante el juez Velasco, Pérez negó conocer a Francisco Granados. Donato González le conoce y muy bien. Durante años ambos fueron asistentes incondicionales de las cacerías patrocinadas por SG y que se celebraban en la finca Pinos Largos, propiedad de la familia Luca de Tena, sita en Picón (provincia de Ciudad Real) y conocida, entre otros menesteres, por servir de alojamiento al Rey Juan Carlos en algunas oportunidades, una de ellas junto a George Bush padre, siendo ya ex presidente de EEUU.
Cacerías y negocios con Granados
Aquellas cacerías comenzaron reuniendo sobre todo a empresarios del sector de la construcción pero, a medida que adquirieron fama, fueron abriéndose al mundo financiero, hasta el punto de que un tiempo después se daban cita en ella notables de la banca de inversión, gestoras de fondos, compañías aseguradoras…
Había tiempo para la caza (algunos testigos de aquellas citas aun recuerdan la excelencia de los ojeos de perdices), para el buen comer y también para los negocios. Para esto último, Donato González y Francisco Granados siempre iban de la mano (imprescindible la parte política), con un tercero en discordia: Ignacio López del Hierro, actual esposo de la secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, y que trabaja como asesor de SG en España.
Por entonces, antes incluso de que estallara la crisis, Granados llevaba ya un largo tiempo en la política y casi había olvidado su labor de bróker en el banco francés hasta mediados de la década de los 90. Cuando se vio fuera de la cosa pública, Donato González no tuvo ningún problema en reincorporarle al banco pese a todos los dedos acusadores que le apuntaban por posibles causas de corrupción que, por ahora, han hecho que dé con sus huesos en la cárcel.
Florentino Pérez respondió ante el juez Velasco como testigo pero su testimonio demuestra que pocas cosas son casuales en este entramado.