El pasado fin de semana fue de trabajo para Florentino Pérez. El presidente de ACS estuvo en Qatar para conocer, de primera mano, la situación del plan de infraestructuras del país de Oriente Medio, condicionado por las dudas sobre su gran catalizador: la organización del Mundial de fútbol en 2022. La respuesta que obtuvo el ejecutivo confirmó las sospechas: el plan, valorado en unos 200.000 millones de dólares, está actualmente en el aire. Esta circunstancia obligaría a cambiar los planes a ACS, toda vez que Qatar es uno de los mercados clave para la compañía en los próximos años.
La crisis desatada en la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) tras las actuaciones de la Fiscalía de EEUU, que desembocó en la detención de varios dirigentes del organismo por presunta corrupción, ha puesto en la picota, entre otros aspectos, la elección de Qatar como sede para la celebración de la Copa del Mundo de fútbol en 2022. Mientras las investigaciones siguen adelante, la inquietud por el futuro del ambicioso plan de infraestructuras qatarí se ha extendido a la mayoría de los grandes grupos constructores del mundo, como apuntaba una reciente información de la agencia Reuters.
Florentino Pérez tenía prisa por conocer la situación en Qatar; la prueba es que viajó hasta el país asiático en pleno mes del Ramadán, en el que los negocios pasan a un segundo plano en el ámbito musulmán. Aun así, el presidente de ACS consiguió reunirse con destacados miembros del Gobierno qatarí y también de la familia real… para confirmar sus sospechas: Qatar ha decidido abrir un compás de espera en torno a su plan de infraestructuras, al menos hasta que la FIFA logre cerrar su crisis interna.
De acuerdo con fuentes conocedoras de la situación, el presidente de ACS mantuvo un encuentro con Tamim ben Hamad Al-Thani, actual emir de Qatar, que trató de tranquilizar al ejecutivo al asegurarle que la intención del país sigue siendo volcarse en la construcción de infraestructuras. Sin embargo, no le ocultó que cualquier acontecimiento que afectara a la celebración del Mundial modificaría el plan de forma significativa.
Aunque no se trata de la mejor época para mantener este tipo de reuniones en Oriente Medio, Florentino Pérez apuró los plazos antes de viajar a Australia en los próximos días, en los que acompañará al Real Madrid, que también preside, en su primera visita al país oceánico. El ejecutivo quería conocer de primera mano la situación en Qatar, toda vez que Australia es otro de los mercados fundamentales para ACS.
Precisamente, el viaje y la larga estancia del Real Madrid en este país no son casuales. Desde el anuncio de la gira, a finales del pasado año, ACS parece haber recuperado el favor de las autoridades locales, con la adjudicación a Cimic, filial australiana de la compañía, de algunos contratos de peso. La antigua Leighton ha pasado por múltiples problemas debido a su elevado endeudamiento y a algunos casos de corrupción, que hicieron que cayera en desgracia en su propio país.
Pérez aprovechó la visita al país para reunirse también con los responsables la Qatar Investment Authority, el brazo inversor del pequeño país de Oriente Medio. El presidente de ACS volvió a la carga e instó a Qatar a adquirir una participación significativa en la compañía. Pero volvió a encontrarse con una negativa. Qatar ya es accionista de Hochtief, filial alemana de ACS.