AENA se encamina hacia una salida a Bolsa sin ese núcleo duro de accionistas en el que tanto insistió el Gobierno al inicio de la operación. El Ministerio de Fomento y los bancos coordinadores de la operación han decidido volver a revisar al alza la banda de precios no vinculante de la OPV (que ahora se sitúa entre 53 y 55 euros) ante la avalancha de peticiones para comprar títulos de la compañía, una circunstancia que certifica la muerte de su núcleo duro, toda vez que sólo la oferta de Banca March se incluye en esa horquilla, aunque en la parte baja de la misma (53,33 euros por acción). Mientras, Ferrovial y TCI se quedan lejos del mínimo de esta banda.
En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), AENA precisa que, como estaba previsto, también ha procedido a fijar el precio máximo para el tramo minorista que se sitúa en 58 euros, es decir, en el máximo contemplado por la banda de precios no vinculante.
El precio definitivo de la OPV se fijará del próximo lunes. De situarse en la parte alta de la horquilla, la operación permitiría al Estado embolsarse cerca de 4.400 millones de euros por la operación.
La estabilidad del núcleo duro que confeccionó AENA antes de iniciar los trámites de su fallido primer intento por salir a Bolsa comenzó a peligrar cuando se puso en marcha el proceso de venta de acciones tanto a los minoritarios como a los institucionales. La avalancha de peticiones fue tal que la compañía logró cubrir la totalidad de la oferta a las pocas horas de comenzar la venta.
En un hecho relevante, AENA confirmó que había cubierto en los primeros días la totalidad de la oferta y desveló que el grueso de las peticiones se había registrado en la parte alta de la banda de precios no vinculante, lo que dejaba ya en muy difícil lugar la oferta de Ferrovial, que se encuentra por debajo de la media de esta horquilla que, además, ha sido revisada al alza.
Desde el inicio de la privatización del gestor aeroportuario, el Gobierno insistió en la conveniencia de que la compañía contara con un núcleo duro de accionistas para dar estabilidad a una AENA cotizada. Por este motivo, puso en marcha un proceso de selección para confeccionar este grupo de accionistas aunque, eso sí, el resultado estuvo lejos de la expectación que ha levantado posteriormente la OPV.