El que fuera liquidador de las empresas del Grupo Marsans, Ángel de Cabo, reveló el pasado 27 de noviembre a la Policía las tretas para vaciar los activos del grupo turístico y para poner a salvo de los acreedores el patrimonio de sus dos propietarios, el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, fallecido en junio de 2012.
Durante una declaración de tres horas prestada en presencia de su abogado, Ignacio Peláez, en la cárcel valenciana de Picassent, De Cabo detalló a los agentes las técnicas puestas en marcha junto con Díaz Ferrán para burlar a los administradores concursales de Marsans. La confesión aparece recogida en un documento de 20 páginas del que se hace eco 'El País'.
De Cabo admitió ante los agentes que pactó con los dos socios (Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual) que “les pagaría 5,5 millones de euros a cada uno en metálico para eludir los controles de los concursos”. Los pagos a Díaz Ferrán se realizaron en efectivo, por talón y mediante transferencias desde cuentas en La Caixa de las sociedades del liquidador “a una cuenta de una sociedad del yerno” del antiguo jefe de la patronal española, en la prisión de Soto del Real (Madrid) desde diciembre de 2012.
“Había que sacar los bienes de su patrimonio para que no fueran ejecutados, y se le fueron pagando 100.000 euros al mes en efectivo; se le abonó un total de 2,7 millones de euros, no se le pagó más porque se llevaron a cabo las detenciones”, relató De Cabo a los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). “Los 4,9 millones de euros que se han ocupado en una cuenta a mi nombre en Suiza, es cierto que los saqué de Astra (empresa irlandesa con la que el exjefe de la patronal compró aviones para Air Comet) para luego dárselos a Gerardo”, admitió.
En el acuerdo, De Cabo también se comprometía a pagar algunas de las deudas de Ferrán y Pascual. Así, según el liquidador, los socios vendieron concesiones administrativas de líneas de transporte a Mombús por dos millones y medio de euros, un valor muy inferior al escriturado. De esta cantidad, el tesorero de confianza de De Cabo, Jorge García Téllez, “hizo llegar dos millones a Díaz Ferrán”, según el testimonio del liquidador. De Cabo también relató que con el dinero de la venta de estas concesiones, García Téllez compró bonos de la Generalitat Valenciana por valor de 1,7 millones. “Ese dinero en realidad pertenece a Díaz Ferrán; fue colocado ahí para ocultarlo a sus acreedores”, contó De Cabo.