Vuelta de campana del Ayuntamiento de Madrid respecto al servicio de recogida de residuos. De plantearse recuperar el contrato y acabar con el modelo de privatización que rige en el municipio desde los años 90 ha pasado al extremo opuesto: los seis grupos de referencia en el sector (ACS, Ferrovial, Sacyr, FCC, Acciona y OHL) se repartirán, junto a Ascan, el negocio de la basura en la capital. Y todo, en poco más de un año.
El Consistorio anunció la adjudicación de los tres lotes en que decidió dividir el contrato. El correspondiente a la zona oeste, el más voluminoso desde el punto de vista económico (253 millones de euros) y que comprende los distritos de Centro, Tetuán, Chamberí, Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca y Latina, ha ido a parar a FCC, que hasta el momento se encargaba de la recogida de residuos en los barrios centrales. Mientras, la UTE formada por Urbaser (ACS) y Cespa (Ferrovial), adjudicatario del anterior contrato para la periferia, ganó el lote sur (191 millones), que engloba los distritos de Arganzuela, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde y Villa de Vallecas.
En su programa electoral, Ahora Madrid contemplaba la posibilidad de remunicipalizar servicios como la recogida de residuos urbanos o la limpieza de las calles y las zonas verdes
Mientras, el lote de la zona este (distritos de Salamanca, Retiro, Chamartín, Moratalaz, Ciudad Lineal, Hortaleza, Vicálvaro, San Blas-Canillejas y Barajas) tendrá como adjudicatario a una UTE formada por Valoriza (Sacyr), Ingesan (OHL), Acciona Servicios Urbanos y Ascan.
En su programa electoral, Ahora Madrid contemplaba la posibilidad de remunicipalizar servicios como la recogida de residuos urbanos o la limpieza de las calles y las zonas verdes. En el caso del primero, los contratos estaban a punto de llegar a su fin (incluso el de la zona centro estaba prorrogado), con lo que la opción era más que factible.
Cambio de opinión
Sin embargo, el planteamiento de la formación liderada por Manuela Carmena cambió tras su llegada a la corporación municipal. Bien es cierto que cambió la idea del anterior equipo de gobierno, encabezado por Ana Botella, que pretendía licitar un gran contrato que volviera a unificar las dos zonas en que había sido dividida la ciudad.
Pero también deshechó la idea de recuperar el servicio y que lo prestara directamente el Ayuntamiento, una circunstancia que fue criticada tanto desde la bases de la formación política como de algunos sindicatos.
El resultado del concurso ha arrojado un panorama completamente distinto al de hace tres años, cuando FCC ostentaba el único contrato de recogida de basuras existente por entonces en la ciudad de Madrid. De uno se pasa a siete proveedores. La decisión del Consistorio deja, por el momento, a todos contentos. Al menos, a los grandes. Todos participarán del negocio y, en el caso de los recién llegados, podrán tomarle el pulso al servicio dentro de la capital.
Eso sí, también todos tendrán el complicado reto de hacer rentable los contratos. Las bajas con las que han sido adjudicados, que van desde el 0,24% hasta el 1,08%, dan una idea de que el presupuesto municipal deja unos márgenes ínfimos.