Múltiples oportunidades de inversión para las empresas españolas en el subcontinente asiático. Es el mensaje que transmitió Bala Venkatesh Varm, embajador de India en España, durante un desayuno informativo organizado por Vozpópuli y Executive Fórum, en colaboración con Abertis. Infraestructuras, energías renovables, telecomunicaciones, defensa, biotecnología, automoción y turismo son algunos de los segmentos en los que el país va a invertir una gran parte de su presupuesto durante los próximos años para convertirse en la China del siglo XXI.
Durante su intervención, el embajador destacó cómo su país ha realizado una apuesta decidida por construir o renovar sus amplías redes de transporte por carretera y ferrocarril, aeropuertos, puertos y la creación de parques industriales, además de modernizar sus ciudades, mediante saneamientos y suministros energéticos. Solamente en redes ferroviarias, India tiene planeado invertir 125.000 millones de dólares en tres años, mientras que energías renovables quiere tener desarrollados 175 millones de gigavatios en 2022.
Bala Venkatesh Varm comparó el potencial de India con el crecimiento y cambio experimentado por España durante las últimas décadas, y animó a las empresas españolas a participar del plan de modernización del gigante asiático por su gran experiencia en proyectos internacionales. Si el incremento de las exportaciones ha permitido a España ganar en competitividad, la entrada en Asia y específicamente en India puede representar una oportunidad de mantener este ritmo y participar en su desarrollo, aseguró el embajador.
Smart cities
Pero este desarrollo no se centra únicamente en la construcción de infraestructuras. La intención del gobierno indio es crear alrededor de 2.000 ciudades inteligentes o smart cities, que sirvan para canalizar los flujos migratorios desde las zonas rurales, y cuenten con todos los equipamientos necesarios para sus habitantes de una forma sostenible, como equipamientos, movilidad y servicios digitales al ciudadano. Un plan que contempla una inversión de 15.000 millones de dólares.
El embajador resaltó que este ambicioso programa no se circunscribe solo a la región de la capital de India, sino que abarca al resto de estados del país, que tienen a su vez sus propios proyectos de desarrollo. Además, también subrayó la seguridad jurídica que ofrece el gobierno a los inversores extranjeros, al facilitar su entrada en casi todos los sectores económicos, mediante incentivos fiscales.
El único inconveniente, a su juicio, puede ser familiarizarse con una cultura como la india, tan distinta y variada a la occidental.