Las cifras no cuadran. Las evoluciones del precio del suelo y de la vivienda han sido dispares desde que ambos tocaran máximos históricos, allá por el año 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Por entonces, el precio medio de la vivienda libre se situaba en 2.056 euros por metro cuadrado, mientras que a cierre del primer semestre de 2012 la cifra ronda los 1.625 euros.
Un descenso del 20% que no tiene comparación con la evolución que ha experimentado el precio del suelo en este mismo periodo. Si la media en 2007 era de 670 euros por metro cuadrado, a cierre de junio de 2012 el precio ha bajado hasta 373 euros, un recorte muy cercano al 45%.
Los datos aparecen recogidos en el último informe coyuntural elaborado por la valoradora independiente Euroval y el Instituto de Análisis Inmobiliario. En el documento se concluye que el precio de la vivienda aún debería sufrir un ajuste a la baja de entre un 15% y un 20% adicional, teniendo en cuenta que el escenario macroeconómico sigue añadiendo incertidumbre a la hora de tomar una decisión sobre la compra de vivienda.
Además, las medidas que entrarán en vigor a partir de 2013, entre las que se encuentran la subida del IVA del 4% al 10% y el fin de la desgravación por compra de vivienda habitual, también forman parte de un cóctel que, unido a la diferencia de ajuste entre los mercados de vivienda y suelo, da como resultado que el precio de la vivienda está lejos de tocar suelo.
A la espera del banco malo
El mercado inmobiliario está viviendo uno de los peores años de la época reciente. Al cierre del primer semestre el número de transacciones inmobiliarias de vivienda libre nueva no llega a 32.000 unidades mientras que el total de transacciones se sitúa por debajo de 150.000. La Comunidad de Madrid ha sido una de las regiones en las que más ha caído el número de operaciones, en concreto más de un 21% en relación con el primer semestre del pasado ejercicio. Mayores descensos reflejan País Vasco y Cantabria, por encima del 30%.
Mientras, el informe de Euroval estima que el stock de vivienda disponible sin vender supera las 900.000 unidades.
El mercado se encuentra a la espera de que se ponga en funcionamiento la sociedad de gestión de activos en poder de los bancos, el denominado banco malo, cuya influencia en el precio de la vivienda está por ver. Los expertos consideran alarmistas las previsiones que hablan sobre un desplome de los precios de la vivienda con motivo de la puesta en marcha del banco malo, aunque sí podría contribuir al ajuste que, con los números en la mano, parece más que necesario.