La Comisión Europea ha aprobado este lunes el plan de liquidación del Banco Espírito Santo (BES) remitido por las autoridades portuguesas, que prevé la creación de un 'Banco Puente' con los activos sanos de la entidad que se venderán posteriormente y liquidar el BES, que se quedará con los activos problemáticos al considerar que las medidas cumplen las normas europeas de ayudas de Estado y especialmente las nuevas normas de liquidación de entidades en quiebra de 2013.
El plan contempla que el Fondo de Resolución de Portugal otorgará 4.900 millones de euros de capital a un 'Banco Puente' que se creará de inmediato y, para ello, el Fondo de Resolución recibirá un préstamo del Gobierno portugués de 4.400 millones de euros. El préstamo se reembolsará fundamentalmente a través de la venta de los activos del Banco Puente.
"La adopción de esta medida de resolución es adecuada para restablecer la confianza en la estabilidad financiera y garantizar la continuidad de servicios y evitar efectos potencialmente adversos sistémicos", ha explicado el Departamento de Competencia del Ejecutivo comunitario que dirige el comisario español Joaquín Almunia.
El plan de resolución prevé que las actividades de negocio sanas del banco portugués -todos los depósitos, deuda senior y la mayoría de los activos- se transferirán al 'Banco Puente', que será capitalizado como una institución de crédito temporal y se creará de inmediato. Esta transferencia estabilizará la actividad de las mismas, a la vez que se protege a los depositantes y otros clientes, según el Ejecutivo comunitario.
Accionistas y tenedores de deuda subordinada asumen pérdidas
Por su parte, todos los accionistas y tenedores de deuda subordinada seguirán en el BES, que será liquidado. Como resultado de ello, éstos contribuirán de forma "completa" a las pérdidas de la entidad portuguesa, tal y como contemplan las normas comunitarias de resolución y liquidación de bancos en quiebra de 2013, que no requieren que depositantes y otros tenedores de deuda senior asuman pérdidas.
"Las mediadas notificadas por las autoridades portuguesas permitirán la resolución ordenada del banco malo restante y dará al Banco Puente los medios necesarios para maximizar los valores de sus activos en el proceso de venta, a la vez que limita las distorsiones de competencia creado por la ayuda pública concedida", ha concluido el Ejecutivo comunitario.
La resolución sin orden del banco portugués, el tercero del país, crearía un altercado serio en la economía portuguesa", según la evaluación del Ejecutivo comunitario, que ha determinado que la creación de un Banco Puente es "adecuado para remediar este altercado" dado que permite maximizar los valores de los activos y minimizar el coste para el Fondo de Resolución portugués.
Para limitar las distorsiones, el nuevo negocio del Banco Puente será limitado y se aplicará una política de precios "prudente", según Bruselas.
Banco Espírito Santo informó a última hora de este domingo de que entre enero y junio registró pérdidas netas por importe de 3.577 millones de euros como consecuencia del impacto negativo de "factores de naturaleza excepcional". La mayoría de las pérdidas de este último semestre --3.488 millones de euros-- correspondieron al periodo que va de abril a junio y, sin extraordinarios, los números rojos durante la primera mitad de 2014 serían de 255,4 millones, según el BES.
El banco portugués es el tercer mayor banco de Portugal con 80.200 millones en activos, 36.700 millones de euros en depósitos y 5.800 millones en recursos de otras instituciones de crédito, a finales de junio de 2014. La entidad está presente en 25 países en cuatro continentes y emplea a casi 10.000 personas.