Más de 27.000 millones de euros de pérdidas esperadas. Esta es la cifra que actualmente mantienen en sus balances los cuatro principales bancos españoles, según constan en las memorias e informes anuales de Santander, BBVA, Caixabank y Bankia (otras entidades como Sabadell o Popular no lo publican como tal). Pese a que supone menos de un 3% del total de su cartera crediticia, el volumen previsible del quebranto equivale a más de un 2% del PIB de España.
El mayor banco español reconoció a 31 de diciembre de 2015 una pérdida esperada para todo el grupo de 8.925 millones de euros
Por cantidad total, es Banco Santander quien reconoce en su último informe anual un mayor volumen de pérdida esperada. En concreto, la entidad presidida por Ana Botín contabiliza un quebranto esperable de un 0,76% para el conjunto de su balance, que alcanza los 1.129.733 millones de euros. Así, el mayor banco español reconoció a 31 de diciembre de 2015 una pérdida esperada para todo el grupo de 8.925 millones de euros. Dichas pérdidas esperadas están lejos de ser homogéneas, y presentan fuertes variaciones en función del segmento de la cartera que se trate. Así, mientras que el porcentaje de quebranto esperable para toda la deuda soberana apenas llega al 0,02%, en el crédito al consumo cerca de un 3,32% de las operaciones supondrán una pérdida para el banco, según los cálculos que prevé el propio banco.
Tras Banco Santander se sitúa Caixabank en un mayor reconocimiento de pérdidas esperadas. La entidad presidida por Isidro Fainé ha contabilizado un quebranto esperable de 7.438 millones de euros a cierre de 2015, frente a los 8.687 millones reconocidos un año antes. Este reconocimiento de pérdidas, sin embargo, no incluiría otras pérdidas latentes en los balances del banco, tal y como señalan fuentes financieras consultadas por este diario. En concreto, serían pérdidas relacionadas con las valoraciones de Repsol o la de la propia Caixabank en Criteria.
Promotores y autónomos, un problema para Bankia
Bankia, tras el profundo reconocimiento de pérdidas llevado a cabo tras su nacionalización, prosigue con su reducción de pérdidas esperadas. A 31 de diciembre de 2015 reconoció unos 7.034 millones de euros, el 3,6% de su exposición crediticia total. Un año antes esta cifra ascendía a 8.250 millones, ambas muy alejadas de las previsiones de 26.900 millones en pérdidas contabilizadas por Oliver Wyman en su análisis de 2012.
Los dos otros principales bancos españoles, Sabadell y Popular, no incluyen en sus informes un cálculo detallado de sus pérdidas esperadas
Las carteras crediticias más conflictivas en Bankia son las relacionadas con préstamos a promotores (en un 39,4% de las operaciones se esperan pérdidas) y aquellas concedidas a microempresas y autónomos. Según detalla la propia entidad en su memoria anual, para casi uno de cada diez créditos a estos colectivos se esperan pérdidas: un quebranto de 617 millones de euros. Para el conjunto de empresas el deterioro, si bien es menor, continúa siendo notablemente superior al conjunto del balance, y un 8% de las operaciones supondrán una merma para el banco (3.268 millones), según sus propias estimaciones.
De los cuatro grandes bancos, quien reconoce una menor cifra de pérdidas esperadas es BBVA. La entidad presidida por Francisco González reconoce en su memoria anual una pérdida "sin atribuir de la cartera no dudosa" de unos 3.746 millones de euros, un 2,3% menor que un año antes. En porcentaje y por geografías, las exposiciones más conflictivas para el banco son los de su división en México (un 2% de la cartera afectada) y la inmobiliaria en España (un 1,7% afectado).
Los dos otros principales bancos españoles, Sabadell y Popular, no incluyen en sus informes anuales un cálculo detallado de sus pérdidas esperadas. Sí que incluyen, no obstante, una estimación de "pérdidas por deterioro", no comparables a las otras. En el caso de la entidad presidida por Josep Oliu este quebranto alcanzó a 31 de diciembre de 2015 los 1.370,9 millones de euros. Por su parte, el Popular presentó unos deterioros en su inversión crediticia de 7.773 millones.