Los responsables de Bankia sacan pecho antes de la fusión con BMN. La entidad nacionalizada ha anunciado este lunes un beneficio de 816 millones en 2017, un 1,4% más que un año antes y el segundo mayor de su historia, tras el de 2015. Es sobre este resultado sobre el que se repartirá un dividendo récord de 340 millones.
Pero el beneficio reportado baja hasta los 505 millones tras la integración de BMN en los últimos días del año pasado. El grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri decidió cargar una provisión extraordinaria de 312 millones por los costes de integración de BMN, que está negociando con los sindicatos.
Las cuentas de la entidad nacionalizada reflejan que el grupo exprimió al máximo las cuentas para compensar la caída de márgenes, de casi el 10%. Lo consiguió con la venta de parte de su cartera de deuda -sumó 368 millones en plusvalías, 130 millones más que en 2016- y las menores provisiones -inferiores en 26 millones-.
"El año 2017 ha sido un ejercicio muy importante para Bankia porque hemos terminado el plan de reestructuración, hemos ejecutado la fusión con BMN y hemos avanzado en el proceso de privatización", señala Goirigolzarri.
Nuevos clientes
La cuarta mayor entidad del país aprovechó el movimiento de clientes del año pasado -derivado de la crisis catalana y la del Popular, principalmente- para atraer 158.000 nuevos usuarios. El volumen de recursos de clientes aumentó en 568 millones en 2017.
La caída de márgenes se debió principalmente a la poco rentable cartera de hipotecas de la entidad y al peso de los bonos de Sareb, que cada año penalizan algo más.
La ratio de solvencia de mayor calidad (fully loaded) se sitúa en el 12,33% tras la fusión con BMN. La rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se mantiene en el 6,6%.