El pasado 2 de enero Alfonso Botín, hijo de Jaime Botín, fue ascendido a la presidencia de la comisión ejecutiva de Bankinter. Pedro Guerrero se mantiene como presidente del banco, pero sin funciones ejecutivas, aunque conviene recordar que, además de consejero, es accionista relevante de la entidad a título personal. El nombramiento apenas ha tenido repercusión mediática, debido a la fecha del anuncio principalmente, aunque desde entonces, Bankinter sube un 18% en Bolsa. El mercado es un hervidero de especulaciones.
La compañía financiera es la mejor del Ibex, aunque es cierto que sus avances han tenido lugar con muy escaso volumen de contratación. Alfonso se hace con las riendas ejecutivas de la entidad en representación de Cartival, sociedad instrumental propiedad de la familia Botín que es la principal accionista del grupo, con un 23,3% del capital. El dueño de Cartival es su padre, Jaime Botín, quien ya ha sido presidente de la entidad entre 1986 y 2002. La reacción del mercado no se ha hecho esperar.
Las subidas han sido muy fuertes, al calor de ese sutil pero importante cambio en la gestión. Desde una sociedad de valores comentan que “Bankinter nos gusta porque es nuestra opción más clara para protagonizar una operación corporativa, por su menor exposición al ladrillo frente a otros como Sabadell o Popular”. Si a eso se le suma la reciente integración de Banesto abordada por Santander, presidido por Emilio Botín, la expectación es clara.
En Bankinter aseguran que reina la total normalidad en la casa y que no hay ninguna operación sobre la mesa ahora mismo. Insisten en que estos movimientos de tanta volatilidad han sido hasta cierto punto normales en los últimos tiempos y algo de cierto hay en esto, ya que el valor estaba a finales de enero en 2012 en el entorno de los 5 euros, para caer hasta rozar los 2 en julio y rebotar desde ahí.
Alfonso Botín es un hombre recordado por su empeño por hacerse con el banco belga KBL (entidad que está ahora en manos de la familia real de Qatar y que anteriormente fue dueña del Banco Urquijo) en 2011, operación que fracasó in extremis. Tras la salida de Jaime Echegoyen como consejero delegado a finales de 2010, además de María Dolores Dancausa, irrumpió en primera línea ejecutiva el hijo de Jaime Botín como vicepresidente.
Gesto al mercado
Su nombramiento supone un claro gesto hacia el mercado de mayor y más definido control por parte de la familia Botín. Anteriormente, otros ejecutivos como el anterior presidente, Juan Arena o el mencionado Echegoyen, abandonaron sus puestos por discrepancias con el principal accionista.
Esos nuevos aires son los que hacen descontar al mercado movimientos en la firma. El mes pasado, Bankinter anunció que se hacía con ficha en Luxemburgo, al adquirir la del holandés Van Lanschot.
El pasado viernes, el valor cerró en 3,73 y con un 18,7% al alza en sólo tres sesiones negociadas este ejercicio, es el mejor valor del Ibex con mucha diferencia. El siguiente es Popular, con un 11,6%. Es indudable que la Bolsa ha comenzado bien en 2013 y que algunas entidades financieras están sacudiéndose algo de encima el castigo del pasado. Pero Bankinter tiene algo de ‘engrase’ añadido y sin duda el responsable de eso tiene un nombre: familia Botín.