Las negociaciones del plan de ajuste de Iberia vuelven a ser un polvorín. En apenas dos semanas se ha pasado del optimismo que afloró tras el acuerdo alcanzado en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) entre los sindicatos y la compañía para comenzar las conversaciones a un clima prebélico después de que los primeros contactos hayan finalizado sin ningún avance significativo, lo que podría desembocar en una nueva convocatoria de huelga.
El último desencuentro tuvo lugar en la jornada del jueves, el día señalado en el calendario para el encuentro entre la dirección de la aerolínea y las mesas que representan a los diferentes colectivos de trabajadores de Iberia. Como sucediera en las anteriores reuniones, el encuentro acabó sin avances y con la sensación por parte de los sindicatos de haber sido víctimas de un engaño el 17 de diciembre, fecha del acuerdo del SIMA.
El encontronazo tuvo continuación en la mañana de ayer, cuando Iberia deslizaba a los sindicatos su última propuesta, que consiste en reducir el número de despidos previsto a cambio de un mayor ajuste salarial. Según ha podido saber Vozpópuli, la dirección de la aerolínea estaría dispuesta a dejar el número de despidos en torno a los 3.860 de los 4.506 previstos en el plan original.
A cambio, rebajaría los salarios de los empleados tres puntos más de lo contemplado inicialmente, con lo que el recorte medio de los sueldos pasaría a ser de entre el 28% y el 38% (más concretamente, del 25% al 28% para el colectivo de tierra, del 30% al 33% para los pilotos y del 35% al 38% para los tripulantes de cabina). La medida tendría como objetivo el mantenimiento del objetivo de márgenes para los próximos años, considerado fundamental por parte de la dirección para la supervivencia de la empresa.
Reunión sindical para tomar medidas
Fuentes conocedoras de la situación han señalado a este diario que la propuesta ha terminado de desencantar a los sindicatos, que consideran excesivo el esfuerzo de ajuste salarial al que se verían sometidos los trabajadores. Además, los representantes de los trabajadores estiman que la dirección de la aerolínea no está actuando con la flexibilidad a la que se comprometió.
De esta forma, los siete sindicatos que representan a los trabajadores de la compañía mantendrán un encuentro el próximo jueves, antes de que tenga lugar la reunión programada con Iberia, en la que trazarán las líneas a seguir. Buena parte de las centrales sindicales están por la labor de convocar nuevos paros como medida de presión, después de que los programados para la semana previa a las fiestas de Navidad fueran anulados, una decisión que los sindicatos justificaron por los repetidos llamamientos del Gobierno a buscar una solución al problema que no afectara a los ciudadanos.
Precisamente, en el entorno sindical existe el convencimiento de que esta desconvocatoria ha sido interpretada como un síntoma de debilidad por parte de la empresa, al mismo tiempo que ha hecho que el Gobierno deje de implicarse en el conflicto de Iberia y sus trabajadores.
Después de que el acuerdo alcanzado en el SIMA provocara sorpresa e indignación en el seno del holding IAG, que agrupa a British Airways e Iberia, la aerolínea española ha vuelto a sus posiciones más inflexibles, con lo que el escenario de conflicto que se dibujó antes de navidades está cerca de repetirse.