BBVA ha incluido una figura similar a la del arbitraje en la comercialización de un producto elevadamente complejo de inversión accesible para cualquier tipo de cliente. Se trata de una medida novedosa en el sistema financiero español que responde por un lado a las mayores exigencias regulatorias tras la venta por parte de las entidades, con anterioridad al inicio de la crisis financiera, de productos como convertibles o preferentes difícilmente comprensibles por los inversores no profesionales, así como para acotar reclamaciones a supervisores o a los tribunales.
El banco presidido por Francisco González ha iniciado esta semana la venta de Contratos Financieros, un activo ligado a la evolución en Bolsa de Telefónica, Repsol, y BBVA. El producto, mediante el que pretende captar 100 millones, va dirigido a cualquier cliente que suscriba un importe mínimo de 20.000 euros. La entidad advierte que el producto no tiene cobertura del Fondo de Garantía de Depósitos, y que en caso de cancelación anticipada el inversor podría "tener una pérdida que podrá ser como máximo de la totalidad del importe invertido objeto de la cancelación".
El cliente podría tener que pagar hasta 900 euros por el servicio de AFI
En el caso de que el cliente no estuviera de acuerdo con el importe de cancelación estimado por BBVA, la entidad ofrece la posibilidad de solicitar una valoración a un "tercero independiente". En este caso, sería Analistas Financieros Internacionales (AFI) la empresa que haría esa valoración. El banco ha contratado a la empresa presidida por Emilio Ontiveros no sólo para elaborar un folleto explicativo sobre el producto comercializado -por el que ha cobrado 2.147,7 euros- sino también para actuar como "Entidad de Referencia".
AFI "no prevé que los clientes soliciten la actuación de la Entidad de Referencia salvo en casos muy contados", señalan en la empresa contratada por BBVA. "Desde hace un par de años la Comisión Nacional del Mercado de Valores obliga a que cuando se comercialice un producto complejo se incluya un informe de un tercero independiente que explique los riesgos", comenta Daniel Manzano, consejero delegado de AFI. "En esta ocasión, BBVA ofrece además la posibilidad de que un árbitro independiente, en caso de discrepancias, valide la cantidad de liquidación que debería recibir el cliente", añade. "Que yo recuerde es una medida que sólo hace BBVA", apunta.
En los últimos tres años despachos de abogados como Arriaga Asociados han experimentado un fuerte crecimiento representando a clientes afectados por las cláusulas suelo, la salida a Bolsa de Bankia o los convertibles de Banco Popular. La medida de BBVA de incluir un "tercero independiente" en la venta de un producto complejo podría marcar una tendencia en el sector financiero dirigida también a desalentar a los clientes a la hora de acudir a ese tipo de despachos.
No obstante, la labor de Analistas Financieros Internacionales en la venta del producto de BBVA podría ser cargada al cliente. El banco explica que el inversor podría tener que pagar dicho servicio por un precio de hasta 900 euros. "La remuneración de AFI por la prestación de este servicio será asumida por el cliente en el caso de que el cálculo estimado por AFI sea más perjudicial para el cliente que el cálculo realizado por el banco", indica BBVA. El precio será asumido por BBVA "en el caso de que el importe de liquidación calculado por AFI sea más beneficioso para el cliente que el calculado por el banco". Y será "a partes iguales por el banco y el inversor si el importe de liquidación calculado por AFI es el mismo que el estimado anteriormente por el banco".