El proyecto Distrito Castellana Norte (DCN), heredero de la conocida como ‘operación Chamartín’, sigue siendo el objetivo número uno de BBVA, su principal promotor. Pero en la entidad financiera tienen claro que no esperarán eternamente a que el desarrollo urbanístico se desenmarañe entre las batallas políticas del Ayuntamiento de Madrid y menos aún en un escenario tan crucial para el sector financiero como el que se plantea para los próximos meses, en el que se terminará de reordenar el mapa bancario en España. Si DCN termina frustrándose, los planes de la entidad que preside Francisco González pasan por llevar a cabo una operación en el sector financiero con los cerca de 6.000 millones de euros previstos para acometer el gran desarrollo en la zona norte de Madrid.
Actualmente, DCN se encuentra en una especie de punto muerto hasta la llegada de las elecciones generales y, sobre todo, hasta la formación del nuevo Gobierno de la nación. El Ayuntamiento de Madrid ha pospuesto el planteamiento de aprobar definitivamente la reforma del Plan Parcial que dé luz verde al inicio del desarrollo (el trámite clave para que DCN se ponga en marcha) hasta que se constituya el nuevo Ejecutivo, con la vista puesta en el Ministerio de Fomento, para negociar el futuro de la estación de Chamartín.
Hasta entonces, el tiempo será ocupado por los trabajos de una recién constituida mesa, que arranca este lunes sus reuniones y que debatirá sobre el desarrollo urbanístico. En ella estarán representados vecinos e instituciones (entre ellas, el propio Ministerio de Fomento) y sus conclusiones serán presentadas, casualmente, el próximo mes de febrero, cuando está previsto que ya se conozca la composición del futuro Gobierno.
Pero, entre tanto, BBVA no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. La entidad no contempla actualmente otro escenario que el de la aprobación definitiva de la llamada ‘operación Chamartín’ pero, al mismo tiempo, se encargó de poner fecha de caducidad a las negociaciones para poner en marcha el desarrollo: 31 de diciembre de 2016. Si para esa fecha no está aprobado el citado Plan Parcial, desistirá definitivamente de DCN. Sin prórrogas posibles. Se abandonará definitivamente el proyecto después de 25 años intentándolo.
Operaciones en el horizonte
De esta forma, en la entidad financiera tienen claro que acometerán una operación en su sector si finalmente se frustra DCN, empleando para ella la inversión prevista en el desarrollo urbanístico del norte de Madrid, según confirman a Vozpópuli diversas fuentes. BBVA no termina de entenderse con el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid y es consciente de que el tiempo apremia y más con el paréntesis marcado ya desde octubre por la corporación municipal a la espera de las elecciones.
El propio Francisco González aseguró la pasada semana que el BBVA pretende ser protagonista en la consolidación del sector financiero español aún pendiente de culminar. En el foco de las grandes entidades está el nombre de Bankia, la gran deseada por todos cuando el Gobierno decida proceder a su venta.
Pero el banco también mira hacia el exterior. Una de las posibles operaciones a realizar sería incrementar su participación en el turco Garanti, una de las inversiones llamadas a dar más alegrías a la entidad financiera española por las características del mercado otomano, con una clase media emergente cada vez más grande y con mayores necesidades de crédito.
Por el momento, nada está decidido en torno a DCN. Pero el Ayuntamiento de Madrid es consciente de que la oportunidad es única. El dinero destinado al desarrollo de la zona norte de la capital (con una más que posible solución para los problemas de tráfico que tanto han afectado a la ciudad a la vuelta del verano) no estará disponible eternamente y podría acabar incluso invertido en el exterior si no hay fumata blanca en la eterna ‘operación Chamartín’.