La reacción del presidente Recep Tayyip Erdogan al golpe de Estado fallido del pasado día 15, en el que fallecieron más de 250 personas, ha alcanzado ya al mundo empresarial y financiero turco. La actividad del Bank Asya, vinculado al movimiento Hizmet, liderado por el clérigo Fethullah Gülen, a quien Erdogan sitúa al frente de la asonada, ha sido suspendida, si bien el Gobierno ya había advertido anteriormente que la situación del banco era crítica y que podía afectar al sistema financiero del país.
El fallido golpe de Estado en Turquía y la respuesta del presidente Erdogan -desde el pasado sábado han sido apartados de sus cargos 60.000 funcionarios y unas 11.000 personas han sido detenidas por su presunta relación con el golpe- ha sorprendido a BBVA en situación de análisis de adquisición de otra entidad financiera en el país, o de ampliación de su participación en Garanti, el segundo mayor banco de Turquía, en el que posee el 39,9% del capital. Pero la incertidumbre generada puede afectar a los planes del banco español en el país así como a sus próximos resultados.
El pasado mes de abril el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, manifestó en Estambul la satisfacción del banco por su participación en Garanti, y destacó “la importancia” que tiene Turquía para la entidad dado su “gran potencial de crecimiento económico”. Por esta razón, decía el primer ejecutivo de BBVA, “estamos evaluando nuevas oportunidades de adquisición en el mercado turco, como hacemos en los mercados en los que operamos”, publicó el diario Hurriyet Daily News.
Turquía tiene más peso en las cuentas de BBVA que todo América del Sur
Desde el intento de golpe de Estado, BBVA se ha referido al mismo de manera oficial únicamente y de forma muy limitada en el Documento de Registro enviado esta semana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el que el banco ofrece información actualizada sobre su situación financiera y los riesgos que afronta. Cuando la entidad explica su exposición en mercados emergentes señala que en relación “con este tema, cabe destacar la incertidumbre sobre la situación política y económica generada tras los recientes acontecimientos sucedidos el pasado 15 de julio en Turquía”.
Los acontecimientos sucedidos en Turquía obligan cautela. Pero BBVA no podrá eludir por mucho más tiempo referirse al impacto de los mismos en su negocio –el próximo día 29 presenta los resultados del segundo trimestre-, y manifestar de nuevo su confianza en la economía turca ratificando su apuesta a largo plazo por el país. O sugerir un repliegue, una opción ahora aparentemente poco probable.
BBVA desembarcó en Turquía en 2011, cuando compró al conglomerado Dogus (uno de los mayores grupos empresariales del país) el 24,89% de Garanti. En agosto del pasado año la entidad presidida por Francisco González adquirió otro 14,89% alcanzando el 39,9% del capital. La apuesta del BBVA por Turquía del pasado año coincidió en el tiempo con el anuncio de la decisión del HSBC de vender su filial turca; el banco británico llegó a un primer acuerdo de venta con el holandés ING, pero finalmente la operación no se efectuó, y HSBC se ha mantenido en el país. A finales de 2015 BBVA se interesó por el proceso de venta de otro banco turco, Finansbank, que era propiedad del Banco Nacional de Grecia, y que finalmente se adjudicó Qatar.
Moody's ha puesto en revisión por posible rebaja a Garanti y al socio de BBVA, Dogus
Con el incremento de la participación en Garanti, Turquía se ha convertido en el tercer mayor mercado del BBVA, tras el español y el mexicano, y superior a todo el de América del Sur, y también al que representa Estados Unidos. A 31 de marzo de 2016, BBVA valoraba sus activos en Turquía en 91.332 millones de euros, frente al valor de 336.131 millones de los activos en España; 96.263 millones en México; 85.846 millones en Estados Unidos; y 68.714 millones en América del Sur.
En el primer trimestre del año el mercado turco generó al BBVA un beneficio de 133 millones, un 13,2% más que en el mismo periodo de 2015. En el informe de gestión del ejercicio 2015, BBVA se refiere a Turquía como un mercado con “crecimiento económico sólido dentro de un entorno complejo y volátil”. El banco español destaca el crecimiento de la economía turca el pasado año, del 3,6%; la elevada inflación, 8,8%; o los “niveles sólidos de capitalización” del sector financiero. BBVA emplea en Turquía a 11.814 personas (28.508 en España; 29.711 en México; 9.969 en Estados Unidos; la plantilla total del grupo es de 124.196 personas). A 31 de diciembre de 2015, la lira turca suponía el 6% del activo y el 4% del pasivo total de BBVA.
El lunes 18, BBVA fue el valor más castigado del Ibex-35 perdiendo un 2,8% y cerrando a 5,195 euros (el viernes terminó la sesión con una subida del 0,1% cerrando a 5,25 euros por título. A pesar de su exposición al mercado turco, el miércoles la agencia Standard and Poor's (S&P), confirmó el aprobado alto, BBB+, con el que califica la solvencia del banco español a largo plazo, gracias en particular a su diversificación geográfica. Sin embargo otra agencia de calificación, Moody's, ha puesto en revisión por posible rebaja al banco turco de BBVA, Garanti, y también a su socio en el país, el grupo Dogus.