HSBC y Bank of America Merrill Lynch (BoAML), dos de los mayores bancos del mundo, son a día de hoy los principales competidores de Banco Santander, UBS, Deutsche Bank y BNY Mellon para colocarse primeros en la línea de salida del mercado del blockchain. Estos cuatro bancos transnacionales presentaron el pasado 24 de agosto un proyecto para promover el uso de dinero digital gracias a esta tecnología de código abierto. El objetivo: crear una criptomoneda electrónica de máxima seguridad (la Unitily Settlement Coin, USC) con la que situarse como referencia para el conjunto del sector financiero y los propios bancos centrales.
"La idea es crear una divisa que permita pagos a nivel internacional", explica Luis Pastor, senior manager en Grant Thornton especializado en esta nueva tecnología, quien cree además que la misma permitirá crear otro catálogo de productos estructurado entorno a los mercados mayoristas globales. El movimiento de Santander y sus socios llegaba pocos días después de que los gigantes financieros británico (HSBC) y estadounidense (BoAML) anunciaran un acuerdo con la Autoridad de Desarrollo de Singapur (entidad gubernamental) para desarrollar una aplicación pionera para el comercio internacional.
Tal y como informaron públicamente los propios firmantes del acuerdo, ya se ha puesto en marcha un prototipo de esta aplicación construido a partir de la tecnología blockchain (la misma sobre la que está basada el bitcoin), con el apoyo del gigante informático IBM. La misma permite llevar a cabo transacciones "compartiendo información entre exportadores, importadores y sus respectivos bancos en un libro común al que todos tienen acceso. Esto les permite a todos ejecutar el acuerdo comercial automáticamente a través de una serie de contratos digitales", explican los impulsores de esta iniciativa.
Otras grandes entidades como BBVA, Citi, ABN-Amro o Goldman Sachs han invertido en startups relacionadas con blockchain
Los proyectos de Santander, UBS, Deutsche y BNY Mellon por un lado, y HSBC y BoAML por otro son posiblemente los dos más reseñables de los últimos tiempos en relación con el blockchain. Sin embargo, tal y como señalan los analistas de CB Insights, hay al menos 70 grandes bancos e instituciones invirtiendo en proyectos y startups relacionados con esta tecnología. El apoyo de la firma Circle por parte de Goldman Sachs, o la alianza de BBVA con Coinbase son solo dos ejemplos de una auténtica tendencia del mercado, según las distintas fuentes consultadas por este diario.
Una revolución anunciada
La tecnología blockchain, tal y como ya informó Vozpópuli, está considerada como un paso tecnológico inevitable por parte del sector bancario mundial. Se trata en esencia de un desarrollo informático no hackeable (al menos no hasta ahora) y en el que las transacciones electrónicas son verificadas por redes de nodos y grabadas en una base de datos pública (llamada libro o ledger), a la que tienen acceso todos los participantes de una operación determinada. En dichos libros contables, iguales para todos, se agrupa todo el histórico con todas y cada una de las transacciones, por lo que ni se pueden borrar ni modificar sin que una o varias partes se dieran cuenta.
Las grandes entidades financieras están apostando por ser pioneros de unos mercados que aún no existen y sobre los que la principal apuesta es que ser pioneros supondrá una ventaja competitiva
Lo que más hace fiable al blockchain es que se trata de un libro de contabilidad compartido por todos sus miembros. Estas especiales características del blockchain lo convierten en una tecnología teóricamente ideal para una industria como las finanzas, y su interés se ha disparado en los últimos meses. En el sector bancario español e internacional hay una práctica unanimidad en que parte del futuro del sector pasa por desarrollar el blockchain, y desde hace meses no hay presentación sobre los planes a futuro del sistema financiero en el que no se mencione, siquiera de pasada, su potencial disruptivo.
Pese a este potencial, sin embargo, las vías de negocio surgidas a raíz de éste todavía están lejos de ser una realidad. Es decir, que las grandes entidades financieras están apostando por ser pioneros de unos mercados que aún no existen y sobre los que la principal apuesta es que ser pioneros supondrá una ventaja competitiva. En un informe de este mismo año, Goldman Sachs anticipaba unos plazos de entre 2 y 5 años para adoptar esta tecnología de forma general, y hasta una década para que se desarrolle plenamente.
El banco de inversión estadounidense se muestra muy optimista respecto a las posibilidades que da el blockchain. Tanto que hablan de cifras de negocio y ahorros de costes para los bancos que ascenderían hasta los 37.000 millones de dólares. Un pastel demasiado jugoso como para no apostar ahora por esta vía tecnológica. Además del ahorro de costes, expertos como Luis Pastor, de Grant Thornton, inciden en los ahorros de tiempo que permite potencialmente este desarrollo informático: "El tiempo se reduce y se agilizan los pasos. Para las operaciones de liquidación de transacciones, por ejemplo, se pasa de dos días a poder realizar la liquidación en el mismo día", asegura.