Caixabank planea abrir un tercer centro de procesamiento de datos (CPD) a finales de este año o principios del que viene. Aunque la decisión definitiva "aún no está tomada", tal y como ha podido saber Vozpópuli de fuentes oficiales, esta infraestructura estratégica se emplazará en la provincia de Guadalajara, por lo que para el banco catalán será la primera instalación tecnológica de este tipo localizada fuera de Cataluña. La entidad presidida por Isidro Fainé cuenta a día de hoy con dos CPD, situados ambos en la localidad de Cerdanyola (provincia de Barcelona) y puestos en funcionamiento en 2012 y 2015, respectivamente.
Los centros de procesamiento de datos son actualmente los cerebros electrónicos de las empresas, el lugar físico donde se sitúan, mantienen y protegen los servidores que almacenan y procesan todos los datos de sus clientes y sus operativas, en condiciones de seguridad. El primer CPD de Caixabank, abierto entre 2011 y 2012 en Cerdanyola, ocupa una superficie de más de 6.000 metros cuadrados para albergar más de 1.400 servidores. El segundo, levantado en 2015, tiene aún más capacidad de computación gracias a sus más de 3.000 servidores, lo que supone hasta 4 petabytes (PB) de almacenamiento; es decir, 4 millones de gigas. En los dos casos la gestión de ambos complejos se realiza desde Silk, filial 100% propiedad de La Caixa, e ITnow, sociedad coparticipada por el banco e IBM.
Apenas un año después de estrenar el segundo CPD con una inversión cercana a los 100 millones de euros, la entidad catalana planea un tercero. La apuesta digital de Caixabank (a inicios de año presentó Imaginbank, su banco móvil) es lo que explicaría este crecimiento en tan poco tiempo. La apertura del tercer centro de procesamiento de datos en Guadalajara, el primero fuera de Cataluña, se justificaría, según la entidad, porque es mejor "tenerlos alejados". Es decir, que para reducir el riesgo de que los tres fallasen a la vez, se recurriría a la diversificación geográfica.
¿Antídoto contra la independencia? Desde Caixabank niegan cualquier vinculación "política" con el plan
La entidad presidida por Isidro Fainé tendrá por tanto la capacidad operativa de controlar todos sus datos desde fuera de Cataluña el mismo año que la Generalitat pretende iniciar el llamado "proceso soberanista". Desde Caixabank niegan cualquier vinculación "política" con la decisión de levantar una instalación tan estratégica como un CPD fuera de su territorio de origen. "No tiene que ver con la política, sino con la seguridad y la distancia. Somos una empresa puntera en tecnología, y en países como Estados Unidos las compañías están abriendo centros de datos en la costa este y la costa oeste para diversificar riesgos", explican.
Otras fuentes del banco conocedoras del proyecto consultadas por este diario aseguran sin embargo que disponer de "una posible medida de contingencia si lo de la independencia tira hacia adelante" ha supuesto una razón más puesta en la balanza y que ha pesado a la hora de tomar la decisión. Otras ventajas adicionales de la nueva instalación, más allá de la diversificación del riesgo geográfico, será el poder dar servicio a los servicios centrales de la entidad situados en Madrid "reduciendo la latencia de la red". Es decir, que al estar Guadalajara más cerca de Madrid que Barcelona, los datos llegarán fracciones de segundo más rápido, una ventaja que puede ser clave para negociar en Bolsa, por ejemplo.
Un 70% del negocio fuera de Cataluña
Pese a la innegable vinculación de Caixabank y la Fundación Bancaria La Caixa con Cataluña, cerca de un 70% del negocio del banco se genera ya en regiones del resto de España, según datos de la propia entidad. La política de adquisiciones de entidades llevada a cabo por Fainé (Banca Cívica, Banco de Valencia...) les ha permitido alcanzar cuotas líderes o muy relevantes en buena parte del país, del que son el banco con un mayor número de oficinas y de cajeros.
La política de adquisiciones de entidades llevada a cabo por Fainé (Banca Cívica, Banco de Valencia...) les ha permitido alcanzar cuotas líderes o muy relevantes en buena parte del país
Tal y como ya explicó Vozpópuli, son muchas las razones que empujarían a Caixabank a dejar Cataluña en caso de una hipotética independencia unilateral. Entre otras, los depósitos quedarían sin protección del fondo de garantía, mientras que el grifo de la financiación del BCE se cerraría. También correrían riesgo contratos tan importantes para la entidad como el Esquema de Protección de Activos (EPA) firmado entre el FROB y Caixabank, que de romperse unilateralmente podría generar un agujero milmillonario a la antigua caja catalana. Además, habría otros riesgos (como el de devaluación de la moneda, o el rating de la deuda) que obligarían a La Caixa a buscar refugio en territorio español.