El Gobierno acaba de aprobar de nuevo un Canon Digital por el cual aquellos dispositivos electrónicos que reproduzcan obras con derechos de autor estarán sujetos al pago de una tasa, con el fin de repercutir a los artistas que son propietarios de esas canciones o vídeos una compensación por las copias de uso privado que se hagan de sus obras.

Es decir, a partir de ahora habrá que pagar una cantidad fija, a modo de impuesto, cuando se compre un móvil, un disco duro o un CD, entre otros dispositivos. Esta cantidad se repercutirá a los artistas y creadores.

Esto permite a una persona física realizar copias de una obra ya divulgada siempre que sea para un uso privado y sin fines directa o indirectamente comerciales.

Este Canon Digital no es nuevo. En 2012 el Gobierno puso en marcha una iniciativa muy parecida, hasta que en junio de 2016 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea lo echo abajó por considerarlo contrario a la normativa comunitaria de derechos de autor.

¿Quién pagará los derechos de autor?

Serán los fabricantes de tecnología: de teléfonos móviles, discos duros, reproductores de música y CDs grabables. Así las cosas, algunas las asociaciones de usuarios y la Asociación de Internautas creen que al final este sobre coste podría ser repercutido al usuario final cuando compre el dispositivo.

El texto aprobado establece que quedan exentos del Canon Digital aquellos equipos concebidos manifiestamente para un uso profesional.

En cuanto al coste del Canon, depende de cada dispositivo, aunque las diferencias son del 8.000% entre los 0,08 euros que se abonarán por un CD no regrabable y los 6,45 euros que se pagarán al comprar un disco duro externo. Los teléfonos móviles se grabarán con 1,10 euros, los tablets y ordenadores portátiles con 3,15 euros, las impresoras con hasta 5,25 euros y las tarjetas de memoria con 0,24 euros.