El Corte Inglés, Carrefour, Ikea, Alcampo, Eroski, Media Markt, Worten... todas estas compañías que representan a grandes superficies mantienen desde hace años un enfrentamiento enconado con el gobierno catalán, que defiende ya desde hace años una de las regulaciones menos favorables para sus intereses que hay en toda España. Para los legisladores catalanes, ya desde hace más de una década, es más importante garantizar la supervivencia del pequeño comercio que allanar el camino a las grandes superficies. Todo lo contrario que la política en comunidades gobernadas por el PP, donde Madrid es el ejemplo más claro con una proliferación espectacular de grandes superficies en el último lustro.
Este enfrentamiento histórico vive esta semana un nuevo episodio tras la aprobación el pasado martes de la Ley de Comercio, Servicios y Ferias catalana, un texto que intenta la 'desconexión' de la norma estatal en ámbitos como apertura en festivos o venta a domicilio. Este nuevo texto sustituye a uno anterior que ya fue suspendido por el Tribunal Constitucional, y desde la patronal de grandes centros Anged se espera una actuación similar, aunque no se han pronunciado de forma oficial al respecto.
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Los legisladores catalanes pretenden ampliar hasta un máximo de 75 horas el máximo que un comercio puede abrir a la semana, y que actualmente está en 72. Muchas menos horas que la normativa nacional, que marca 90 horas semanales, o que la libertad horaria total madrileña.
De igual modo, también choca la nueva ley catalana con las aperturas de comercio en domingos y festivos. En el Estado son 12 festivos anuales en los que se puede abrir el comercio (contando domingos) mientras que el Govern lo pretende reducir a 10. Cada día que no se abre es para el gran comercio una pérdida potencial de clientes y facturación. Con esta y otras medidas, el conseller d'Empresa Jordi Baiget pretendía evitar los "excesos" en prácticas de venta comercial de algunas cadenas, que consideró demasiado agresivos. De igual modo, el objetivo sería "fortalecer un modelo propio de comercio, equilibrado, sostenible y competitivo, y actualizar la normativa de comercio a las necesidades y los retos del sector".
"Favorece al comercio electrónico"
Desde la asociación de grandes superficies, una vez analizado el anteproyecto de ley, se ha asegurado que este "mantiene prácticamente idénticos los paradigmas de la regulación de hace treinta años, por tanto, no tiene en cuenta los cambios radicales que han afectado al consumo y la actividad comercial en plena era digital. El sector comercial necesita un marco legal moderno y flexible, que mire al futuro y facilite la transformación tecnológica que requiere hoy nuestro sector para afrontar con garantías los profundos cambios en los hábitos de consumo que se están produciendo. De lo contrario, un marco normativo anticuado no hace sino impedir al comercio físico competir en igualdad de condiciones con un comercio electrónico que está creciendo vertiginosamente y que goza de una plena libertad de actuación".
Anged busca, por tanto, más desregulación y liberalización para que Amazon y el resto de los 'e-commerce' no sigan creciendo a su costa. Está por ver si encontrará el apoyo del Ejecutivo, o si en esta nueva situación de negociación con la Generalitat la ley no será tumbada por el TC tal y como viene ocurriendo en todo tipo de normativas que el gobierno que busca la independencia ha desarrollado durante los últimos cuatro años.
