Los sindicatos y la izquierda parlamentaria han conseguido durante las últimas semanas movilizar a una parte de su potencial electorado. Primero fueron los pensionistas quienes salieron a la calle y, posteriormente, las mujeres, que el pasado 8 de marzo convocaron movilizaciones de gran afluencia. La agitación impulsada por las principales centrales sindicales se ha producido en paralelo al proceso de negociación colectiva y podría dificultad la adopción de un acuerdo, reconocen fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Los avances que se han producido en este sentido han sido escasos desde que los representantes de la patronal y los sindicatos iniciaron las conversaciones. De momento, se han celebrado “reuniones técnicas” en las que no han intervenido los 'primeros espadas' de ninguna de las partes y en las que no se han producido progresos significativos.
La CEOE ha avisado de que se levantará de la mesa y dará por finalizadas las negociaciones si antes de Semana Santa ambas partes no se han puesto de acuerdo sobre los salarios. Ciertamente, este tipo de pactos pueden alcanzarse “en 24 horas” si existe voluntad de ambas partes, pero aspectos que están en el centro del debate, como la igualdad salarial, y declaraciones efectuadas por los sindicatos, como las que exigían que el salario mínimo interprofesional alcance los 1.000 euros, no ayudarán, a priori, a acercar posturas.
Los sindicatos pidieron que el salario mínimo interprofesional alcance los 1.000 euros.
No hay que olvidar que este asunto generó discrepancias entre los órganos directivos de la CEOE en las semanas previas al inicio de la negociación. En un primer momento, su presidente, Juan Rosell, planteó a su Comité Ejecutivo una subida de la retribución fija de entre el 1,2 y el 2% y un aumento de la variable de entre el 0,5 y el 0,9%.
La propuesta se encontró con el rechazo de algunas de las organizaciones de la patronal, de ahí que finalmente se acordara proponer una subida de sueldos de entre el 1,2 y el 2% y al establecimiento de un complemento variable que estará ligado a la competitividad de las empresas. Principalmente, porque la recuperación económica es asimétrica y no se ha producido de la misma forma en todos los sectores.
Desde la CEOE, también defienden que este pacto tenga una vigencia que en ningún caso sea inferior a los dos años.
Comunión de la izquierda
Pese a que el tiempo corre y apenas si quedan 15 días para que se cumpla el plazo, en la CEOE mantienen la esperanza en que impere la responsabilidad en sus interlocutores y se pueda llegar a un acuerdo beneficioso para todos. No obstante, tampoco descartan que los sindicatos traten de llegar a alianzas con las formaciones políticas para obtener beneficios a través del legislativo. Máxime en un momento en el que los partidos de izquierda y los representantes de los trabajadores han alcanzado la comunión en la calle.
Sea como fuere, la patronal ha dejado claro recientemente que, a su juicio, las empresas españolas necesitan de una modernización de la negociación colectiva para ganar competitividad.
La CEOE también ha pedido flexibilizar los sistemas de contratación y despido; mejorar la Formación Profesional, poner coto al abstentismo laboral y actualizar los modelos de formación del personal. Una de las últimas propuestas que ha realizado defiende la posibilidad de crear contratos de formación para los mayores de 45 años.