La firma de capital riesgo CVC, dueña en España de Deoleo (el mayor comercializador del mundo de aceite de oliva), y también de los hospitales Quirón (antes IDC Capio), afronta una demanda por machismo presentada por Lisa Lee, 42 años, directiva del grupo en Estados Unidos hasta que fue despedida el pasado mes de febrero.
La exejecutiva de la sociedad de inversión, en la que trabajaba desde 2009, mantiene en una denuncia presentada en Nueva York que fue despedida tras denunciar lo que define como ambiente sexista en CVC, según han publicado medios especializados estadounidenses. Lee sostiene que fue sometida a contacto físico no deseado, que aguantó comentarios denigrantes de supervisores, y que se le negaron, por el hecho de ser mujer, promociones y oportunidades que a sus colegas masculinos sí se les plantearon. Asegura que se le retiraron cuentas de clientes al acogerse a un permiso de maternidad tras dar a luz a gemelos, y que fue despedida tras denunciar "discriminación sexual sistemática".
Morgan Stanley pagó 54 millones en 2004 para cerrar una demanda en la que se le acusaba de excluir a mujeres de ciertas actividades, como ir a un club de strip-tease
CVC subraya que defenderá su posición y que la denuncia de Lisa Lee carece de fundamento. La exdirectiva indica en su denuncia que era la única mujer entre 24 directores generales y 13 directores gerentes. La sociedad de capital riesgo, fundada en 1981, participa en la actualidad en el capital de más de 60 compañías, entre otras la Fórmula 1, que emplean a 400.000 personas y suman en ingresos 120.000 millones de dólares. La sociedad cuenta con oficina en Madrid, dirigida por Javier de Jaime.
El de Lisa Lee es el último caso de una denuncia presentada contra una gran sociedad de inversión en Estados Unidos por razones de discriminación sexual o racial. Durante el pasado año levantó una gran polvareda mediática en el país la demanda que presentó la ejecutiva Ellen Pao contra otra firma de capital riesgo, Kleiner Perkins Caufield & Byers, asegurando que sus superiores ignoraron sus quejas por maltrato de sus compañeros masculinos. En 2010 Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión del mundo, fue demandado por tres directivas por "violaciones sistémicas de los derechos de las trabajadoras". Morgan Stanley pagó 54 millones de dólares en el año 2004 para cerrar una demanda en la que se acusaba a la empresa de excluir a mujeres de ciertas actividades con clientes, entre otras, visitas a clubes de strip-tease.