Parece atisbarse al fin un cambio de tendencia en la evolución del consumo de electricidad en España, que acumula casi dos años de caídas como consecuencia de una recesión de caballo. Los datos adelantados que maneja el sector apuntan a que este mes se cerrará con una caída mensual (corregidos los efectos del calendario y la temperatura) de en torno al 1,3%.
Durante los últimos meses, la demanda de energía eléctrica ha ralentizado su ritmo de caída, sobre todo en comparación con el descenso acelerado que experimentó en los dos últimos meses del año pasado y los primeros de este año: en abril, la demanda total de electricidad (industrial y doméstica) cayó, una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, un 2,6% interanual, mientras que en mayo el retroceso ya fue del 1,9%
Por su parte, el descenso mensual de la demanda corregida correspondiente a los meses de marzo a mayo se sitúa en caídas de entre el 1,5% y el 2%, frente a retrocesos superiores al 2,5% en los meses anteriores.
Una de las claves reside en el consumo eléctrico de las grandes industrias españolas, que por fin ha dado signos de tocar fondo, después de año y medio de caídas (en octubre pasado llegó a caer un 7,4%).
Tras un repunte interanual del 1,8% en abril, el primero en 18 meses, la demanda de los grandes consumidores de electricidad está aumentando "claramente" desde entonces, apuntan las fuentes consultadas, un dato que el Gobierno, ávido como está por encontrar signos de que la pesadilla económica toca suelo, tiene muy presente y que las mismas fuentes califican, prudentemente, de "brotecito".
Con la demanda interna todavía deprimida en un escenario de recesión, la explicación del repunte de abril, cuya continuidad a lo largo de mayo deberá confirmar el próximo día 20 Red Eléctrica de España (REE), operador del sistema eléctrico, está en la buena marcha de las exportaciones, que son las que están compensando, al menos parcialmente, la atonía del consumo.
De hecho, en abril, el consumo del sector terciario (servicios) cayó otro 3,9%, de manera que el conjunto de la demanda eléctrica de las grandes empresas españolas bajó un 0,1%, según el índice de consumo eléctrico de grandes consumidores que elabora REE basándose de la demanda de más de 21.000 puntos de suministro con un consumo eléctrico medio/alto.
Que el consumo eléctrico se estabilice al fin tiene gran importancia, tanto por lo que tiene de indicador adelantado de la actividad económica como por el efecto de la menor demanda tiene en el déficit de tarifa del sistema eléctrico (cuanto más cae, mayor es ese desfase).
