La firma de moda Desigual, en pleno proceso de transformación de su modelo de negocio, encadenó en 2017 su tercer año consecutivo de caída de ventas, con una facturación de 761 millones de euros, un 11,5 % menos que en 2016, y vio disminuir su beneficio un 33,3 %, hasta los 47 millones.
La compañía, que está participada por el grupo francés Eurazeo, atribuye estos resultados al descenso de las ventas en los mercados europeos, que concentran casi el 90 % de las mismas, y al ajuste de su red de distribución, formada actualmente por más de 500 tiendas propias y franquiciadas.
Desigual, que puso en marcha su plan de transformación en 2015 con un horizonte de cinco años, prevé cambiar la tendencia de ventas este 2018 y volver a crecer en número de establecimientos, después de unos años en que ha materializado más cierres que nuevas aperturas.
Ha cerrado 27 tiendas en 2017
En el último año, la firma cerró 27 tiendas y abrió 4, una cifra muy inferior al promedio de años anteriores, cuando solía inaugurar más de un centenar de establecimientos anuales.
En 2017, la caída de las ventas se concentró en los principales mercados de la marca en Europa, como España, Francia, Italia y Alemania, mientras que en Latinoamérica creció el 18 %.
Las ventas en el canal digital también evolucionaron positivamente, con un aumento del 14 %, según destaca el director corporativo de Desigual, Alberto Ojinaga.
De hecho, la potenciación del canal online y la expansión geográfica "en mercados con potencial" son dos de los pilares de la estrategia futura de Desigual, que quiere reforzar su presencia en países como México, Colombia, Chile, Perú o Japón.
"En 2018 invertiremos pensando en el largo plazo y esperamos empezar a revertir la tendencia de ventas, lo que no significa que crezcamos en el conjunto del año. En resultados, todavía será un año duro", destacó a Efe Ojinaga.
Su posición de caja neta asciende a 452 millones
El directivo destaca que la posición de caja neta de la compañía ascendía a cierre de 2017 a 452 millones de euros, 71 millones más que en 2016, lo que consolida a Desigual como una compañía sana, sin deudas y con capacidad para invertir.
El ebitda (beneficio bruto de explotación), por su parte, se situó en 119 millones, lo que supone un 28 % menos que el año anterior.
Para avanzar hacia el cambio de tendencia, Desigual seguirá invirtiendo este año en producto, principalmente en la mejora de la calidad, la optimización de la distribución y el reposicionamiento de la marca.
En esta línea se enmarca la incorporación del fotógrafo, ilustrador, realizador y artista gráfico Jean-Paul Goude como nuevo director artístico de la firma española, que liderará la transformación de la imagen de marca.
De esta colaboración ha nacido la primera campaña conjunta, la correspondiente a la colección primavera-verano 2018, según explica el responsable de cliente de Desigual, David Meire, que se muestra más que satisfecho con el resultado del trabajo realizado, que confía transmitirá al cliente los conceptos que quiere trasladar la marca, como son vitalidad, esmero, cambio e inconformismo.
La compañía prevé invertir en 50 aperturas este año
La compañía, asimismo, prevé invertir este año en 50 nuevas aperturas, principalmente franquicias, y en la renovación de medio centenar de tiendas.
De aquí a 2020, la empresa destinará 130 millones de euros en cambiar la imagen de sus establecimientos. Para entonces, espera que "la práctica totalidad" de la red comercial esté renovada.
Fundada en Barcelona en 1984 por Thomas Meyer, su actual presidente y consejero delegado, Desigual cuenta con más de 4.500 empleados y está presente en un centenar de países a través de trece canales de venta, más de 500 tiendas propias y ocho categorías de producto.
