El administrador concursal de Isolux, Francisco Vera, ha decidido vender los negocios de obra civil e instalaciones en España a un grupo de directivos de la empresa encabezado por el actual consejero delegado, Federico Ávila, que accedió al cargo en septiembre tras entrar la empresa en concurso.

Este grupo de directivos, que cuenta con el respaldo de un fondo de inversión "de primer nivel", se quedará con la marca Isolux, con más de un centenar de trabajadores y con más de 140 proyectos de infraestructuras e instalaciones, según fuentes conocedoras del proceso consultadas por Efe.

El administrador concursal había recibido cinco ofertas por este paquete de activos y, según las fuentes consultadas, la elegida era la mejor tanto desde el punto de vista económico como laboral.

Además, esta oferta, al estar encabezada por directivos de la propia empresa, permite una transición ordenada y "suave".

Según las citadas fuentes, el proceso podría estar cerrado "en breve", en torno a dos semanas.

La desinversión de otros activos en España, como los aparcamientos, y en el extranjero sigue su curso.

El pasado 13 de noviembre, la dirección de Isolux notificó formalmente a los representantes de los trabajadores un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a los 575 empleados de la empresa de ingeniería.

Este número se verá reducido en la medida en que el administrador concursal acepte ofertas por distintos activos de Isolux que incluyan la subrogación de una parte de la plantilla.

Isolux se acogió este verano al concurso voluntario de acreedores con un endeudamiento financiero de 1.270 millones de euros, de los que 557 millones estaban asociados a la financiación de proyectos.

Además, el grupo tenía una deuda con proveedores de 405 millones.