El Gobierno español confía en que Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, no considere finalmente a la Sareb como una institución pública pese a que la mayoría de su accionariado es privado, según explican fuentes conocedoras del proceso. Hasta el momento, el banco malo está considerado como un instrumento financiero, dado que el 55% de su capital es privado. Por este motivo, las aportaciones del Estado, a través del FROB, no pueden considerarse como deuda pública. Eurostat se pronunciará a final de mes sobre el tratamiento definitivo que otorgará a la Sareb. En el Ejecutivo no hay ninguna preocupación sobre la decisión de Eurostat, aseguran fuentes gubernamentales.
En caso de que no haya modificaciones a su condición actual, como parece probable, la Sareb no aumentaría la cifra de la deuda pública. Sin embargo, sí incrementaría el déficit público en el caso de que el organismo que preside Belén Romana sufriera pérdidas. Por el contrario, si la Sareb ofrece beneficios estos servirían para ayudar a corregir el déficit público.
Sin embargo, Eurostat no cierra la posibilidad de considerar al banco malo como una administración pública. Si así fuera, aumentaría el volumen de deuda pública en 50.000 millones, la cantidad que ha avalado el FROB en las emisiones de deuda del banco malo para la compra de los activos de los Grupo 1 (Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia) y Grupo 2 (BMN, Liberbank, Caja 3 y CEISS).
"Lo normal es que no se cambie la condición actual de la Sareb y, por tanto, no engorde las cifras de deuda pública", aseguran estas fuentes, que citan el ejemplo de la NAMA, el banco malo irlandés. Como sucede en España con la Sareb, la NAMA cuenta también con mayoría de accionistas privados, lo que ha servido para que Eurostat no le dé la consideración de institución pública.
A lo largo de las últimas semanas, responsables de Eurostat han mantenido contactos tanto con Economía como con el Banco de España para conocer al detalle la composición de la Sareb, de la que el FROB cuenta con una participación del 45,9%, a través de su aportación en deuda subordinada de 1.652,4 millones de euros y de 540 millones en capital.
La aportación total del conjunto de los inversores se sitúa en 4.800 millones de euros, que se distribuyen en un 25% de capital (1.200 millones de euros) y un 75% (3.600 millones de euros) de deuda subordinada.
Aviva comprará deuda del banco malo
Por otra parte, el FROB negocia la entrada de Aviva en la Sareb mediante la adquisición de parte de la cartera de deuda subordinada en poder del organismo, que asciende al 45,9%, 1.652,4 millones de euros.
Según la legislación vigente, el FROB no puede reducir su peso en el conjunto de la deuda subordinada del 'banco malo' por debajo del 45%, por lo que puede desprenderse de un máximo del 0,9%, que equivale a unos 32 millones. Aviva adquiría así entre el 0,14% y el 0,17% de la deuda subordinada que tiene el FROB en el 'banco malo', lo que podría equivaler a una inversión en el entorno de los 5 millones.