Tras unos días de cierta calma en el entorno de Esther Koplowitz, principal accionista de FCC, la situación se vuelve a tensar después de que durante el pasado fin de semana se dieran por concluidas sin éxito las negociaciones con el multimillonario estadounidense George Soros para la compra-venta de los derechos de la empresaria en la próxima ampliación de capital de FCC. Los ingresos por esta operación son vitales para que la empresaria pueda cumplir con sus compromisos de pago de deuda. Mientras la empresaria negocia a marchas forzadas con el mexicano Carlos Slim para que sea su nuevo socio, este martes finaliza uno de los aplazamientos otorgados por los acreedores de Koplowitz para cumplir con los compromisos de deuda ya vencidos, que se sitúan entre 70 y 100 millones de euros.
A lo largo de este martes las partes tratarán de llegar a un acuerdo para facilitar una nueva prórroga, toda vez que la empresaria no ha podido concluir con éxito las negociaciones en exclusividad que llevaba a cabo con Soros para que éste se convirtiera en su nuevo socio.
La negociación con Soros terminó en la mañana del pasado domingo
El fin del aplazamiento llega precisamente cuando la empresaria se ha visto obligada a poner en marcha el plan B. La negociación con Soros terminó en la mañana del pasado domingo, después de que el equipo del multimillonario norteamericano hubiera terminado de estudiar los números de la compañía y realizaran una oferta prácticamente de derribo, que fue rechazada por Koplowitz.
La ruptura con Soros fue comunicada durante este pasado domingo a los bancos acreedores de Koplowitz, BBVA y Bankia, que estaban pendientes del acuerdo definitivo entre las partes para dar su visto bueno a la operación, pacto en el que se trabajaba con intensidad en los últimos días de la pasada semana.
Soros, por sorpresa
Incluso no se descartaba que la compañía volviera a celebrar un consejo extraordinario en domingo, como hizo algo más de un mes para convocar la junta que aprobó la ampliación de capital. Sin embargo, no hubo lugar, dada la falta de acuerdo, con lo que ahora BBVA y Bankia están a la espera de novedades sobre Slim, con el que aún no han mantenido contacto por este extremo.
La aparición de Soros como posible socio de la empresaria en FCC llegó prácticamente por sorpresa
No obstante, la aparición de Soros como posible socio de la empresaria en FCC llegó prácticamente por sorpresa, cuando ya nadie esperaba al magnate estadounidense. Fuentes del mercado aseguran que en la víspera de que el consejero delegado de la compañía, Juan Béjar, anunciara la negociación en exclusiva con Soros, la principal baza de Koplowitz era el fondo Guggenheim, hasta el punto de que el anuncio del ejecutivo a los analistas del pasado 14 de noviembre sorprendió a muchos implicados en el proceso.
La participación de Guggenheim en el proceso aún no está descartada aunque, por el momento, la prioridad es para Slim, considerada como la segunda fortuna del mundo tras Bill Gates, precisamente accionista del grupo de construcción y servicios.
El frente de los minoritarios
El hecho de que este proceso no haya concluido mantiene aún sin cerrar el principio de acuerdo de la empresaria con sus acreedores para la refinanciación de la deuda. Y, derivado de esto, la empresaria tiene pendiente otro frente: el de sus socios minoritarios en la instrumental B-1998 (con la que controla su participación en FCC): Caixabank y la familia Martínez, propietarios de Bodegas Faustino, que quieren salir de la sociedad.
Ambos socios reclaman a Koplowitz que adquiera de inmediato esa participación, que suma el 10% del capital de B-1998, una circunstancia que también está paralizada por el hecho de que la empresaria no haya encontrado aún el aliado que le compre sus derechos en la ampliación de FCC.
Amortización de deuda en marcha
Mientras, el grupo constructor sigue trabajando en la amortización de la deuda que llevará a cabo una vez que ejecute la ampliación de capital. FCC ultima un acuerdo marco con una decena de entidades financieras, que se elevará a público a finales de semana, que suponen prácticamente el 75% de los acreedores de la empresa.
En los próximos días, se espera que la compañía logre nuevos acuerdos para alcanzar el 80%, con el que la nueva ley concursal permite que la amortización salga adelante. En el acuerdo se contempla la quita del 15% anunciada por el consejero delegado del grupo en la presentación de los resultados del tercer trimestre.
Pero para que la ampliación pueda ser una realidad, Esther Koplowitz debe encontrar un socio de referencia. Y lo antes posible para cerrar la ampliación antes de que concluya 2014 y evitar cerrar el ejercicio con fondos propios negativos.