El magnate mexicano, accionista de control de FCC, ha ejecutado la opción de compra acordada hace dos años con Bankia y BBVA, acreedores de la empresaria, sobre la deuda de ésta asociada a su participación en la constructora. Los impagos de Koplowitz han dado pie a una operación que Slim ha llevado a cabo con una quita del 30%.

El pacto de accionistas de FCC suscrito entre Carlos Slim y Esther Koplowitz ha sido modificado para permitir que el inversor mexicano supere el 30% del grupo, lo que sucederá tras la ampliación de capital prevista para los próximos días, lo que le obligará a lanzar una OPA por el 100%. El nuevo acuerdo modifica también el consejo de administración, que pasará a tener 15 miembros, 8 de los cuales será elegidos por Slim, lo que le otorga el control de la compañía.

El empresario mexicano, principal accionista de FCC, no maniobrará para evitar que la próxima ampliación de capital de la compañía le lleve a superar el 30% del capital y, por lo tanto, le obligue a lanzar una OPA sobre el grupo. Está buscando precisamente esta circunstancia aunque, si finalmente se da, le obligará a dar por terminado o modificar su acuerdo de accionistas con Esther Koplowitz.

La entrada de Carlos Slim como primer accionista de la compañía llevó a Esther Koplowitz a simplificar su entramado societario con la fusión de algunas de sus instrumentales por expreso deseo de sus bancos acreedores. La empresaria emprende ahora el camino contrario con el fin de participar en la nueva ampliación de la compañía, para lo cual obtendrá, con toda probabilidad, financiación de otras entidades.

La historia de la refinanciación de la deuda personal de Esther Koplowitz, y su trasfondo directo en FCC, se ha convertido en un juego de idas y venidas. En esa montaña rusa de emociones financieras vive instalada Esther Koplowitz desde hace meses. Una empresaria que no acaba de aceptar su verdadera situación: que la negociación de su futuro ya no es asunto exclusivamente propio.

Hace diez días Caixabank se convertía en el improvisado nuevo socio de Esther Koplowitz en B-1998, la sociedad a través de la que la empresaria canaliza su participación en FCC, después de ejecutar las garantías de los préstamos que concedió en su día a la familia Aguinaga para comprar el 5% de la patrimonial. Sin embargo, al mismo tiempo también ha tenido que asumir el resto de la prenda, en la que se incluyen terrenos en la provincia de Madrid que, en su día, estaban valorados en casi 100 millones de euros pero cuyo precio se ha desplomado en los últimos años.

La refinanciación de deuda de las sociedades patrimoniales de Esther Koplowitz, principal accionista de FCC, tendrá consecuencias en la composición accionarial del grupo constructor y de servicios. Una parte sustancial del 3,8% que colocó en el mercado la empresaria para poder rematar el proceso ha sido adquirida por un inversor internacional que, por lo tanto, pasará a ser accionista de referencia de la compañía, junto a la propia Koplowitz y al poseedor de la mayor fortuna del mundo, Bill Gates.

Paso al frente de la principal accionista de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). La compañía celebrará el próximo jueves un consejo de administración extraordinario en el que, además de elevar a Esther Koplowitz a la condición de presidenta no ejecutiva, se oficializará el nombramiento de Juan Béjar como vicepresidente y primer ejecutivo del grupo en sustitución de Baldomero Falcones.